La ternura de un burro, terapia para afectadas por un cáncer de mama
«Una auténtica inyección, pero en este caso de felicidad». Así definieron las mujeres afectadas de cáncer de mama la experiencia de terapia natural con burritos de la disfrutaron este pasado domingo en Hinojos (Huelva), gracias al proyecto Doctor Burro. Una experiencia que ha arrancado gracias al convenio de colaboración firmado entre la Asociación Lazo Rosa y la Asociación El Burrito Feliz, que ofrecerá esta terapia de manera periódica a pacientes en distintos grados de la enfermedad.
Según informan desde Lazo Rosa, un pequeño grupo de mujeres y sus familiares han pasado toda la mañana con los orejudos «y nos hemos llevado una gran sorpresa porque es tal el bienestar que te transmiten estos animales y tan satisfactoria la experiencia que creemos que cada vez más serán las afectadas que se sumen a este proyecto». Así lo ha explicado la presidenta de la Asociación Lazo Rosa, Maribel Fatou, satisfecha porque «cuando una mujer sufre cáncer de mama, su vida cambia para siempre, tu cuerpo y tu mente es otra y necesitas evadirte, sentirte bien contigo misma».
Esta terapia «nos aporta sensaciones de libertad, los burritos son tan nobles y el entorno es tan favorable que sales de aquí con una alegría que te ayuda a seguir adelante con más fuerza». Mediante abrazoterapia, paseos o biberones a los asnos más pequeños, todo son sonrisas entre estas mujeres, que acuden acompañadas de sus seres queridos.
La Asociación el Burrito Feliz, a través de su proyecto Doctor Burro, ya ha puesto en marcha esta terapia natural con otros colectivos como enfermos de Alzheimer o personas de la tercera edad, con resultados también muy beneficiosos.
Para la Asociación Lazo Raso este es un gran paso «porque hasta el momento -ha indicado Fatou- habíamos trabajado en la recaudación de fondos para la investigación en la lucha contra el cáncer de mama, pero es nuestro primer proyecto directo con las enfermas y se ha convertido en una forma fantástica de llegar de manera directa a las mujeres por las que trabajamos». La vivencia les ha reportado seguridad, mejora de su autoestima y una salida de su rutina habitual plagada de visitas al médico, tratamientos y efectos secundarios.