Diez fotografías que repasan la solidaridad con la que Sevilla respondió al Covid en 2020

Hay quienes dicen adiós a un año tan complicado como 2020 con el agradecimiento bombeándole en el corazón

Cuando decimos adiós a un año tan complicado como 2020 hay quien lo hace con el agradecimiento bombeándole en el corazón. Porque si las colas daban la vuelta a la manzana en los comedores sociales y las llamadas a las ONG se multiplicaron para solicitar ayuda, tras el mostrador estaba quien, con su mascarilla, entregaba un menú caliente, y quien, al descolgar el teléfono ofrecía una solución a la llamada desesperada. Las entidades sociales han redoblado sus esfuerzos con voluntarios y trabajadores en muchos casos en primera línea, arriesgando su salud. Las hermandades renunciaron a las procesiones pero sus hermanos se mantuvieron en contacto directo con quienes vivían solos, y las diputaciones de caridad fueron el centro de todo. Y numerosos sevillanos crearon de la nada complejas estructuras para organizar a todo aquel dispuesto a donar alimentos, materiales o su tiempo.

Por eso mismo, desde Sevilla Solidaria no queremos dejar el año sin agradecer tanto esfuerzo y tanta ilusión por ayudar a los demás. Ésta es una selección de diez fotografías que recogen la esencia de todo un año aunque las iniciativas solidarias han sido numerosas e inmensas.

Los comedores sociales no estaban dispuestos a cerrar

Los comedores sociales tiraron de ingenio desde el primer día para atender tanto a sus beneficiarios como a todos los que se le sumaron, como el de la Hermandad del Dulce Nombre de Bellavista. Hace un año les hubiera parecido imposible atender al triple de los beneficiarios pero lo consiguieron. Foto: J.M. Serrano

Atención a las personas sin hogar

Las personas sin hogar tuvieron desde el primer momento del Estado de Alarma un recurso al que acudir con grandes dispositivos como los creados por Cruz Roja en dos pabellones para acogerlos. En el Centro Miguel de Mañara ampliaron su campaña de la Ola de Frío y mantuvieron acogidos a 30 personas sin hogar aislados de los 41 residentes. Foto: Vanessa Gómez

Solidaridad en los balcones

El primer impulso de los españoles confinados en sus casas fue salir a los balcones, terrazas y ventanas a aplaudir a los sanitarios. Tras aquello, llegaron todo tipo de mensajes, conciertos para los vecinos, dibujos esperanzadores de arcoiris o incluso sesiones de fitness en la azotea de una urbanización de  Mairena para animar a los vecinos a hacer ejercicio y que llegó a comentar incluso el director de la OMS. Foto: Raúl Doblado

La alegría se mantiene en las residencias aisladas

Residencias tanto de personas con discapacidad como de personas mayores se aislaron completamente del resto. Y con los residentes, los trabajadores, que hicieron todo lo posible no solo por salvaguardar la salud de las personas a las que atienden sino para que el ánimo no bajara en ningún momento. Es el caso de la residencia de la asociación Asesubpro en Olivares. Los centros de día, obligados a cerrar, tampoco quisieron estar lejos de sus usuarios y comenzaron las llamadas de teléfono y las recurridas videollamadas, y también el apoyo a los familiares. Foto: Asesubpro

Colaboración entre entidades

Desde el minuto uno, las entidades sociales trabajaron codo con codo para procurar una respuesta más rápida y con mayor alcance. Así ocurrió, por ejemplo, en el Polígono Sur, donde un trabajo en red bien organizado logró paliar las devastadores consecuencias del confinamiento a aquellos vecinos que habían perdido sus trabajos y no podían optar a un ERTE. En un mes, y dentro del proyecto World Central Kitchen distribuyeron más de 20.000 menús solidarios. Foto: Pepe Yáñez / Alalá

Iniciativas ciudadanas

Si algo ha demostrado el Covid-19 es la solidaridad de los sevillanos. Algunos de ellos no estaban dispuestos a quedarse con los brazos cruzados y su impulso dio paso a grupos bien organizados al que se sumaron numerosos voluntarios y que en la actualidad están dispuestos a convertirse formalmente en ONG. Es el caso de la red de solidaridad creada en Twitter, «Hoy por ti, mañana por mi», los Corazones con BataLos 300 voluntarios de Sevilla. Foto: Los 300 voluntarios de Sevilla

Implicación de los voluntarios

Las organizaciones consolidadas recibieron un aluvión de llamadas de personas dispuestas a prestar su tiempo para ayudarles a realizar su labor. Sin ellos Cruz Roja, Cáritas o el Banco de Alimentos no podrían llegar hasta donde llegan. Y aquellos voluntarios fijos se las ingeniaron para poder seguir realizando su labor a pesar de que en la mayoría de los casos el Covid les obligaba a guardar distancia. Foto: Fundación "la Caixa"

La responsabilidad social de las empresas

Tanto las más pequeñas empresas como las grandes organizaciones quisieron devolver lo que reciben de sus clientes durante todo el año y desde el confinamiento se han vivido grandes donaciones y gestos altruistas, incluso de sectores tan castigados como la hostería. Foto: María Trifulca

La infancia no quedó a un lado

No. Los niños no se merecían estar apartados a un lado, después de haber permanecido en sus casas todo el Estado de Alarma, sin pisar la calle. Por eso mismo este verano las organizaciones se las ingeniaron para poder desarrollar sus campamentos de verano con toda las seguridad posible y permitir a sus padres ir a trabajar o buscar un empleo. Tampoco se anularon las clases de refuerzo escolar previstas a partir septiembre y los más pequeños demostraron que están a la altura. Foto: Laura Álvarez

La Navidad trajo esperanza

Y la Navidad trajo la esperanza que se necesitaba con ansia. Recoger juguetes para que los niños no pierdan nunca la ilusión, componer villancicos para renovar lo oído en estas fechas, organizar cabalgatas virtuales o subir a los Reyes Magos a un globo. La creatividad ha sido fundamental en un 2020 lleno de solidaridad. Foto. J.M. Serrano - Belén de CaixaBank

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