Cuando tu garaje se convierte en almacén de alimentos para los más necesitados

La familia de Patricia junto a otros vecinos de Los Bermejales recogen donaciones que están haciendo llegar ya a 42 familias a la semana

Patricia no quiso quedarse de brazos cruzados cuando llegó a sus oídos que familias del colegio al que van sus hijos están desesperados al perder sus trabajos y contar con una paga que no les alcanza ni para pagar lo básico. El confinamiento por el coronavirus está pasando factura a numerosas personas de su entorno en Los Bermejales y las entidades sociales no dan a basto para atenderlas. Por ello, junto a otra madre del colegio y un amigo comenzaron a recoger alimentos y pronto su garaje se convirtió en un almacén. Sus tres hijos le ayudan a preparar las cestas para cada familia y su marido sale junto a dos voluntarios más a repartirlas.

«No aceptamos dinero, solo alimentos y productos de higiene, quien quiera colaborar puede dejarlos en mi casa en la Avenida de Francia, 46», indica Patricia a Sevilla Solidaria. De las primeras diez familias a las que le hicieron llegar los productos los primeros días, ahora atienden a 42 a la semana. «Vino una mujer de cerca de 80 años, viuda, a decirme que no tenía ni gel de baño», recuerda esta voluntaria, «esto es un auténtico drama, y cada vez es más grande».

Cecilia, una de las voluntarias que organiza los alimentos

Con el lema «Hoy por ti, mañana por mi», Patricia hace hincapié en que es una situación que podría afectar a cualquiera. «A algunos les da vergüenza pedir, pero no tienen porqué, por eso pensamos en ese lema», explica. La iniciativa se difundió rápidamente por Whatsapp y las donaciones no han parado de llegar, e  incluso informaron a la Policía de sus actividad. «Quienes donan lo hacen con mucho cariño, lo notas en los batidos de chocolate que incluyen, o en cremas para las mujeres, detalles en los que yo no caería», recalca Patricia.

Esta vecina de Los Bermejales se queda con el agradecimiento de la gente: «no solo de los beneficiarios, que es mu grande, sino también de quien trae alimentos y nos agradece lo que estamos haciendo». Esperanzada de que la iniciativa se extienda a otros barrio, Patricia confía en que de esta situación «salgamos más fortalecidos y que la solidaridad que se está mostrando se mantenga». De momento, su garaje cada vez está más lleno y gracias a este grupo de vecinos 42 familias ya tienen con qué cocinar esta semana.

 

Comentarios