Tres testimonios de superación y esfuerzo dan una enseñanza de vida a 3.000 jóvenes en Fibes

El Congreso Lo que de verdad importa ha celebrado este jueves su 14ª edición en Sevilla

El clamor de más de 3.000 jóvenes en el auditorio de Fibes la mañana de este jueves se sintió como un cálido y necesario abrazo tras dos ediciones a través de la pantalla del Congreso Lo que de verdad importa. Y, precisamente, los tres ponentes de esta 14ª edición pusieron de manifiesto la importancia de apoyarse en el entorno cercano y de ayudar a los demás.

Con las historias motivadoras de Arancha Martínez, Nuria Urcelay y Fernando Vega de Seoane, el público aplaudió, rio y se emocionó. Mostraron su entusiasmo ya desde el primer minuto en el que el violinista Alejandro Ortega saltó al escenario para inaugurar el congreso. Pilar Cánovas, de la Fundación Lo que de verdad importa, condujo a continuación el acto, que contó con la intervención de Antonio Muñoz, alcalde de Sevilla, así como del padrino de la fundación en Sevilla, Haze, y de responsables de las empresas patrocinadoras.

«Ved Sevilla como un territorio de oportunidades tanto para desarrollar una profesión como para ser felices, porque ¿a qué hemos venido si no a ser felices?», sugirió el alcalde a los asistentes, quienes tuvieron la ayuda de numerosos voluntarios de la ONG University&Solidarity, creada y formada por universitarios.

El verdadero éxito

La energía y determinación de Arancha Martínez dio comienzo a las ponencias. La fundadora de la ONG It will be centró su charla en la importancia de vislumbrar cuándo se alcanza el verdadero éxito. «Tiene mucho más que ver con ayudar a los demás que en generar riqueza para uno mismo, y ese es el verdadero camino hacia la felicidad», aseguró.

Y Martínez sabe qué es eso de echar una mano a otros, con una entidad dedicada a introducir eficiencia e innovación en el ámbito de la cooperación. Entre otras muchas acciones, su ONG ha logrado que más de 67.000 niños perdidos vuelvan a sus casas en La India. Su inquietud nació en 2008 cuando viajó a este país para un voluntariado. Descubrió que diez millones de niños vivían en la calle, y conoció las historias concretas de diez niñas. Una de ellas lo cambió todo. «Soy quien soy por haberla conocido», asegura. Con quemaduras en la piel, la pequeña se había prendido fuego para repeler con su aspecto a hombres que abusaban de ella en las estaciones de trenes donde vivía.

Comunicar para sanar

En el caso de la joven Nuria Urcelay, su testimonio recogió años de su infancia y adolescencia donde el cambio que experimentó se desarrollaba poco a poco. La falta de autoestima, el aislamiento, la culpa, las adicciones, la ruptura con la familia y los problemas de salud mental, entre otros aspectos, fueron haciéndola cada vez más y más pequeña, acumulando más y más tristeza hasta que fue capaz de pedir ayuda. «La comunicación es fundamental para estar junto a las personas a las que amas y para estar bien contigo misma», explicó.

A los 18 años, en una etapa de rebeldía para huir de su malestar, se fue de casa a vivir a Londres. Pero en el extranjero empeoró. «Llevaba una doble vida, por un lado lo que decía a mi familia y lo que mostraba en el escaparate de Instagram, y, por otro, el infierno que estaba viviendo».

Visiblemente emocionada durante toda la ponencia, Nuria finalmente se detuvo en cómo por fin pudo aceptar el apoyo que siempre le había brindado su familia. «Expresa lo que sientes, compártelo», animó.

El humor como base

Y de superación sabe mucho Fernando Vega de Seoane, aunque ni siquiera sea consciente. A finales de enero de este año, Fernando sufrió un accidente de esquí en Baqueira. Supo al instante que se había quedado parapléjico. «Pasé en ocho segundos de quererme morir a sentir que quería darle una oportunidad a esa segunda parte de mi vida», confesó.

En la UCI, con cientos de mensajes de familia y amigos preguntando por su estado, creó una cuenta de Instagram donde informarles cada día. «Algo que hice con voluntad de llegar a mi entorno cercano se convirtió en una plataforma de intercambio de buen rollo», contó. La cuenta, actualmente con más de 34.000 seguidores, muestra la adaptación de Fernando a la silla de ruedas y su nueva situación con humor, naturalidad y mucho cariño.
Tres historias impresionantes de las que sacar inspiración para afrontar el día a día.

 

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