Pequeños gestos que cambian el mundo
¿Y si solo una sonrisa lograra un pequeño milagro? ¿Cuántas casualidades deben darse para que esa sonrisa ocurra en un lugar y un momento en concreto? Es la idea en la que se sumerge el cortometraje 412 pasos, impulsado por la ONGD Solidaridad Don Bosco, y que se desarrolla en Sevilla. El objetivo es resaltar a los menores en los centros educativos la importancia de las acciones prosociales individuales y colectivas que llevan a actuar desde lo local a lo global.
El director sevillano Alejandro G. Salgado está detrás de la dirección y guión del corto con el apoyo de la productora andaluza La Maleta creación cultural. No es la primera vez que director y productora se adentran en temas sociales y utilizan el cine para ponerlos en primera línea. En 2013 estrenaron la película documental «El Desorden de los Sentidos» que narra la historia de la relación de Antonio, que sufre parálisis cerebral, y Gerardo, sordo y ciego, mientras realizan el Camino de Santiago.
En esta ocasión «412 pasos» viene financiado por la la Agencia Andalucía de Cooperación Internacional al Desarrollo y forma parte de la campaña educativa «Actúa en prosocial» que Solidaridad Don Bosco está desarrollando durante el curso 2015/2016. Su principal objetivo es fomentar la prosocialidad, es decir, la capacidad del ser humano que se centra en beneficiar a las demás personas sin esperar nada a cambio. Según informan desde la ONG, la conducta prosocial está motivada por la empatía y la preocupación por el bien común. La persona prosocial se cuestiona por las causas de los acontecimientos, busca soluciones creativas, tiene en cuenta las consecuencias de sus actos, actúa de forma responsable, etc.
«A veces los milagros necesitan de mil casualidades, son más pequeños de lo que la gente espera o incluso no existen. 412 pasos, 3.519.639 habitantes, 2.632 mañanas y un mundo de acciones tan individuales como necesarias se suceden paralelamente para que el milagro tenga lugar. Y curiosamente, si tan siquiera una de estas cosas no fuera exactamente como es, en el espacio-tiempo en el que ocurren, esta historia no tendría sentido», explica la sinopsis.
El cortometraje cuenta como todas las personas estamos de alguna manera interrelacionadas e interconectadas. Todo lo que sucede afecta a otras personas y al medio ambiente. El cortometraje sirve para tratar el tema de la prosocialidad, la responsabilidad social, las consecuencias que tienen nuestros actos y decisiones en la sociedad por medio de nuestro estilo de vida, y cómo un cambio de actitudes puede provocar cambios a nivel local y global.