Corazones de tela tejidos por voluntarias sevillanas lucen en el pecho de soldados ucranianos
Desde que comenzó la invasión rusa, la asociación nacida en Sevilla Corazones con Bata ha enviado 32 toneladas de alimentos y productos de primera necesidad a Ucrania. Dentro de cada caja, unos corazones especiales, cosidos con tela por mujeres solidarias y con un mensaje de ánimo en ellos. En el último envío a Kalush una caja iba repleta de estos corazones solidarios con una carta traducida al ucraniano, para dar un impulso a los soldados que allí resisten, maridos e hijos de las mujeres que piden ayuda.
Estos corazones empezó a tejerlos Lorena Leyva hace tres años durante el confinamiento para los profesionales de la sanidad primero y luego para todos aquellos que seguían dándolo todo en primera línea a pesar del riesgo de contagio por Covid. Más mujeres, aficionadas al patchwork, se le fueron sumando. Y no solo de los pueblos de Sevilla sino de ciudades como Jaén, Huelva, León, Salamanca o Albacete. Pronto, descubrieron que podían cambiar a modo simbólico estos corazones por alimentos, para hacerlos llegar a todos los que estaban sufriendo con la crisis económica que acompaña a la pandemia.
Su labor en Sevilla y en España continúa. Hace poco entregaron 400 kilos de alimentos y 250 litros de leche al Convento de Santa Isabel para las familias que atienden. Pero se han volcado con Ucrania desde que comenzó la invasión, gracias a todo aquel que ha colaborado con donaciones. «Orgullosas de ver nuestros corazones y alimentos... y tristes de ver las trincheras e imaginar el horror que estáis viviendo», indicaba Lorena tras el último envío a Ucrania.