Un mensaje en un corazón de tela que dio aliento a una madre en una de las «colas del hambre»

Con un bebé de meses y sin trabajo, la joven recibió alimentos y un corazón con una nota que decía «No estás sola». Un año después ha tenido la oportunidad de agradecer a Lorena de «Corazones con bata» esa inyección de energía

En la cadena de solidaridad que se forma desde que se recogen alimentos hasta que estos llegan a las familias que lo necesitan, en la mayoría de los casos los voluntarios del primer eslabón que donan o recogen los artículos no llegan a presenciar cuánto bien hace su acción. Por eso, Lorena Leyva, a pesar de haber puesto en marcha una iniciativa del alcance de «Corazones con bata», se quedó sobrecogida el pasado sábado con el testimonio de una mujer agradecida. Una mujer joven que con un bebé recién nacido la pasada Navidad, seis meses sin cobrar el ERTE y su marido sin trabajo, desesperada, tuvo que verse en una de esas «colas del hambre» donde nunca se hubiera imaginado. Pero a veces la magia existe, y cuando en la Hermandad de la Macarena le entregaron alimentos hace un año, con ellos iba un corazón de tela con un mensaje donde se leía: «No estás sola». Se aferró a aquel mensaje, que le cambió el ánimo y le ayudó a resistir y seguir adelante.

Este sábado, el azar hizo que aquella madre y quien colocó aquel corazón y aquel mensaje se conocieran.  «Estaba repartiendo nuestros corazones a los trabajadores de un supermercado colaborador en nuestra recogida de alimentos y cuando fui a dárselo a la limpiadora se emocionó al verme, y ya me lo contó todo», cuenta Lorena aún conmovida. Las dos se echaron a llorar, y con ellas las cajeras y el encargado. Un torrente de emoción y agradecimiento inundó aquel supermercado.

«Mi marido me había preguntado aquella mañana por qué iba de nuevo a una recogida si había estado los dos días anteriores», cuenta Lorena, promotora de Corazones con Bata, a Sevilla Solidaria, «era un Black Friday, la gente estaba comprando regalos, pero me di cuenta que conocer a aquella chica era el mejor regalo de Navidad, tener la oportunidad de estar recogiendo alimentos para quien lo necesita». Seis carros de productos recogió aquel día.

Voluntarios de Corazones con Bata en la recogida de alimentos

El corazón que recibió aquella madre hace un año es uno de los corazones de tela que Lorena y un aluvión de voluntarios han creado desde el confinamiento para repartir primero entre los sanitarios y después entre todos los colectivos esenciales que lo han dado todo durante la pandemia. Símbolo de esperanza, el corazón de tela les ha acompañado en las recogidas de alimentos que han ido realizando desde entonces. También llegaron en diciembre del pasado año a la Hermandad de la Macarena con alimentos para repartir entre personas sin recursos. Un voluntario de la hermandad decidió entregar uno a una madre joven con un recién nacido en un carrito, la madre a la que tanto bien hizo.

«Corazones con bata», convertida ya formalmente en una asociación hace dos meses, ha recogido estos días más de 1.000 kilos de alimentos en diferentes pueblos de Sevilla: Tomares, Camas, Castilleja de la Cuesta, Gelves, Gines, Valencina y Santiponce. Con la ayuda de doce voluntarios. Y este mismo lunes los productos han sido entregados a la Asistencia Social de la Hermandad de la Macarena y a las Hijas de la Caridad de Pagés del Corro. «Que nuestros corazones de tela se conviertan en alimentos es nuestra mayor satisfacción», confiesa Lorena.

Lorena Leyva junto a la Consiliaria de Asistencia Social de la Hermandad de la Macarena, María Luisa Gayán Guardiola

Corazones que llegan a toda España

La iniciativa solidaria comenzó en Castilleja de la Cuesta pero al igual que en el resto de Sevilla los voluntarios se iban sumando más y más para confeccionar corazones en sus casas, también en otros municipios del resto de España quisieron participar, como Jaén, Huelva, León, Salamanca o Albacete.  Más de 130.000 han sido repartidos ya. Lo próximo será pensando en los niños, intercambiando corazones por juguetes para que los pequeños no pierdan la ilusión estas navidades.

 

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