A pesar de la caída en las ventas, la ONCE refuerza sus servicios sociales en su año más difícil
El año 2020 fue difícil para todos y no menos para el Grupo Social ONCE. Por primera vez en su historia sus vendedores tuvieron que abandonar las calles y el sorteo de la ONCE dejó de celebrarse, algo nunca visto en sus 82 años de historia. Se enfrentó a una gran caída de las ventas de sus productos de juego, más de un 26% en la provincia de Sevilla. «La magnitud de lo que hemos superado se quedará en nuestros corazones, al igual que no olvidaremos a las personas que nos han dejado», indicó Isabel Viruet, presidenta del Consejo Territorial en la presentación del Informe del Valor Compartido del grupo.
Pero si el escenario era complicado, con más peso el grupo se aferró a su lema, «la ilusión puede con todo», y reforzó su inversión en servicios sociales con 17 millones de euros en la provincia; con el objetivo de llegar a todos los rincones y no dejar solas a las personas ciegas o con discapacidad visual, así como a otros colectivos vulnerables.
En los meses de confinamiento desde la ONCE en Sevilla se realizaron 15500 llamadas a afiliados mayores de 65 años. Y gracias a la dedicación de 93 voluntarios se realizaron 6.828 servicios de acompañamiento a personas en sus tareas más cotidianas, como acercarles medicamentos o alimentos.
También la fundación estuvo al lado de los estudiantes, para que un total de 447 de todas las etapas educativas pudieran seguir las clases desde casa. Y, por supuesto, no abandonaron el apoyo a 144 sevillanos con sordoceguera, así como atendieron a 111 nuevos afiliados en la provincia.
Apuesta por el empleo
En un año marcado por la paralización del empleo, el Grupo Social ONCE logró cerrar diciembre con la conversión en indefinidos de 209 contratos en la provincia de Sevilla, así como sacó de la inactividad a 291 sevillanos con discapacidad, que lograron empleo dentro o fuera de la organización.
«En este momento nos importa la recuperación en las mejores condiciones, pedimos que ésta se haga de forma inclusiva», indicó Cristóbal Martínez, delegado territorial de la ONCE en Andalucía, Ceuta y Melilla, «no puede quedarse nadie en el camino .
El delegado territorial tuvo, por último, unas palabras de agradecimiento a la ciudadanía, «sin ellos nuestro modelo no sería posible», y en especial para los vendedores: «han sido de los trabajadores más castigados pero son todo un ejemplo de superación», concluyó.