«Vamos a vivir una revolución en el tratamiento del cáncer»
El mensaje de los profesionales en oncología es optimista. En los últimos cinco años el avance en los tratamientos ha sido espectacular y se espera que continúe en los próximos, sin perder nunca el interés por la investigación y por continuar progresando. Este es el tema tratado ayer en el Foro Salud que organiza de forma online y mensual la Asociación Española Contra el Cáncer en Sevilla y ABC de Sevilla, con el patrocinio de la Fundación Unicaja y la colaboración de la Fundación ECO para la excelencia y calidad en oncología.
El acto estuvo presentado por Jesús Maza, presidente de la AECC de Sevilla, y moderado por Juan Antonio Virizuela, especialista en Oncología Médica en el Hospital Universitario Virgen Macarena y el Hospital Quironsalud Sagrado Corazón de Sevilla. Así como, contó con la intervención de grandes profesionales de los hospitales sevillanos Valme, Virgen del Rocío y Macarena.
Nuevas terapias contra el cáncer
«Los próximos cinco años vamos a ser espectadores de una auténtica revolución», aseguró Javier Salvador, jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. El oncólogo se detuvo en las terapias dirigidas y muy especialmente en las aplicadas al cáncer de mama, donde se «ha pasado de tratar a todos por igual a una clasificación molecular que indica el tratamiento». Así, ciertas terapias actuarían «como un Caballo de Troya para llegar hasta la célula tumoral y no a las sanas», lo que supone una gran disminución de los efectos secundarios.
Manuel Chaves, jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Virgen de Valme de Sevilla, aclaró para los oyentes qué son esas células tumorales: «son nuestras propias células que adquieren mutaciones, nuestro sistema inmune es capaz de eliminarlas porque no las reconoce como propias pero estas tienen estrategias para camuflarse». Ahí entra el papel de los fármacos en la inmunoterapia «que hacen que linfocitos que no veían a estas células sean capaces de hacerlo, así ayudamos a nuestro propio sistema inmune a luchar contra el tumor».
Con la inmunoterapia se ha alcanzado dos grandes aportaciones. Por un lado, eliminar toxicidades porque se sabe cómo tratar efectos secundarios, si, sobre todo, se tratan de forma precoz. Y, por otro, «lograr largos supervivientes entre pacientes metastásicos, debido a la memoria del sistema inmune». Sin embargo, la inmunoterapia no ha venido a sustituir a la quimioterapia o a la terapia dirigida, sino a complementarlas. «Por desgracia, no tenemos método diagnóstico para saber qué pacientes se van a beneficiar de la inmunoterapia», se lamentó el doctor Chaves.
Por otro lado, con la vista puesta en el futuro, Luis de la Cruz, jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Virgen Macarena de Sevilla, apuntó la buena noticia de que «se están desarrollando anticuerpos inmunomoduladores en nuestros hospitales, eso son oportunidades para nuestros enfermos». La apuesta por la investigación en Sevilla y Andalucía es clave, así como las sinergias entre los hospitales de todo el país. «Derivar a los pacientes a donde sea necesario para un ensayo clínico y no ceñirnos a nuestros centros es una gran oportunidad que debimos seguir brindando a la población», indicó el doctor De la Cruz.
Los avances son evidentes y Manuel Chaves lo ejemplifica bien: «tumores que prácticamente no eran tratables cuando yo era residente ahora pueden llegar incluso a curarse». Los tres jefes de Servicio de Oncología Médica coinciden en que la asignatura pendiente es la calidad asistencial. «El paciente necesita que lo miren a los ojos, y entre tanta concentración el aspecto humano se acorta», aportó Javier Salvador, «es la hora de dimensionar la tarea del oncólogo y ampliar la plantilla». «El paciente necesita que lo miren a los ojos, y entre tanta concentración del oncólogo el aspecto humano se acorta», aportó Javier Salvador, «es la hora de ampliar la plantilla». Precisamente en el aspecto humano, la Asociación Española Contra el Cáncer está siempre alerta para paliarlo con su esfuerzo. Se trata éste de uno de los tres pilares de su labor solidaria junto a la prevención y a la ayuda a la investigación. Investigación que no deja de ganar asaltos en esta lucha contra el cáncer.