Una oportunidad para el empleo

«CIC Batá nació en Córdoba de la mano de un grupo de amigos que trabajábamos en el ámbito privado», explica Eduardo Álvarez, coordinador del área de formación, empleo e inclusión digital de la asociación. Los primeros proyectos que la entidad llevó a cabo estaban ligados a la cooperación internacional y programas del ámbito de la cultura, y poco a poco, fue ampliando su actividad hacia la promoción del empleo a colectivos vulnerables. La vocación de la entidad es la transformación social y la lucha por la inclusión y la justicia social, por el desarrollo sostenible, la promoción y defensa de los derechos humanos y la solidaridad internacional.

En Sevilla, donde CIC Batá empezó a trabajar desde sus inicios, cuenta con dos delegaciones donde trabajan en el ámbito del empleo y la formación. Además, fuera de Córdoba y Sevilla, la entidad también trabaja en Granada y otras localidades andaluzas.

En el ámbito del empleo, actualmente la asociación está desarrollando dos programas que apuestan por la inserción laboral de diferentes colectivos. El primero de ellos, T-Acompañamos, está destinado a personas desempleadas con discapacidad, en situación de desempleo de larga duración, mayores de 45 años, migrantes, personas en exclusión social o perceptoras de prestaciones, subsidios por desempleo y Renta Activa de Inserción. Esta iniciativa está impulsada por la Conserjería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo en la comunidad andaluza, que cuenta con el apoyo financiero de los fondos FSE+, procedentes de la Unión Europea.

El segundo proyecto es T-Acompañamos Jóvenes, destinado a jóvenes de entre 18 y 29 años con el objetivo de favorecer el acceso al empleo de las personas jóvenes en Andalucía, a través de proyectos integrales que incluyen acciones de orientación laboral, formación y acciones para la inserción.

«Aquí me han tratado muy bien desde el primer día. Yo vine recomendado por mi madre, que lleva viviendo varios meses. El curso me ha parecido impresionante porque me han ayudado a identificar a las empresas a las que puedo mandar mi currículum», explica Álvaro, un usuario de CIC Batá del programa T-Acompañamos Jóvenes. «La evolución de estos meses ha sido muy positiva porque he aprendido a cómo aproximarse a las empresas, conocer nuestras cualidades e identificar puntos fuertes y débiles», sostiene.

«Ese es uno de nuestros objetivos, hacer autoanálisis, enseñarles a dónde dirigirse, para que la solicitud no quede en saco roto», precisa Rosa María Ruano, psicóloga, coach y orientadora sociolaboral de CIC Batá. «También tenemos el contacto de empresas y funcionamos como intermediarios entre la persona que busca empleo y la compañía que necesita empleados», matiza.

En paralelo, CIC Batá también desarrolla el Programa de Experiencias Profesionales para el Empleo (EPES), dirigido a personas con discapacidad, minorías étnicas y demandantes de empleo en riesgo de exclusión social. Además, la entidad cuenta con otros dos programas para promover el empleo: las Unidades de Orientación Laboral Red Andalucía Orienta y la Agencia de Colocación. Para llevar a cabo todos estos programas, CIC Batá trabaja de la mano de entidades públicas y de otras entidades privadas como Fundación “la Caixa” a través de los programas de empleo Incorpora.

«Si hay una persona que es perceptible estar en un proyecto, derivamos de un programa a otro porque así se aumenta la empleabilidad de la persona», sostiene Rosa María Ruano. «También evaluamos cada perfil según las necesidades para darles formación técnica, en colaboración con otras entidades, o ayuda para que sean autónomos en la búsqueda de empleo. Se trata de actitud», apunta.

En el área de cooperación internacional, CIC Batá cuenta con cuatro líneas de trabajo. La primera de ellas es de soberanía alimentaria, donde trabaja por fomentar el ejercicio del derecho a una alimentación digna, nutritiva y social, económica y culturalmente adecuada. La entidad también trabaja en el derecho al territorio, colaborando en procesos que reivindican el derecho de los pueblos a gestionar y defender el territorio que habitan. Otro de los pilares del área de cooperación internacional de CIC Batá es el feminismo, apostando por las corrientes de pensamiento que ponen en el centro del análisis la sostenibilidad de la vida y que incorporan las relaciones de género en el análisis de todos los aspectos de la vida, visibilizando las diferencias de poder entre hombres y mujeres y contribuyendo a eliminarlas. Por último, la cuarta clave de los programas de cooperación internacional de CIC Batá es el poder local, apoyando procesos que contribuyan a la participación política ciudadana para la construcción de su propio desarrollo, incidiendo en las administraciones más cercanas que tienen las competencias sobre cuestiones que afectan a la propia ciudadanía en lo cotidiano.

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