Un sevillano reúne en una web durante el confinamiento impactantes experiencias de voluntariado

Álvaro Romero construía aljibes en una localidad pobre al norte de Argentina cuando comenzaba la pandemia, hoy da voz a otros voluntarios como él en Sharing Luck

Cuando comenzaba la pandemia por coronavirus, el sevillano Álvaro Romero realizaba un voluntariado en Argentina con la ONG Ingeniería Sin Fronteras. Construía aljibes en una localidad pobre al norte del país donde el único agua a la que tenían acceso era la de lluvia y la de un río insalubre. Su experiencia, en la que convivió durante una semana con los autóctonos, se truncó de pronto y se encontró sin esperarlo de nuevo en España, sin trabajo y confinado en casa. De dormir con un calor insoportable y rodeado de insectos a descansar en su cómoda cama. Solo podía pensar en lo que dejó atrás. Pero no ha desaprovechado el tiempo y ha lanzado la plataforma «Sharing Luck» donde une a voluntarios, organizaciones y proyectos solidarios. «Que la gente vea que somos afortunados y tenemos el deber de compartir esa suerte», explica a Sevilla Solidaria.

Por el momento, nueve jóvenes cuentan en esta plataforma su «experiencia de vida» con voluntariados ejercidos tanto en Sevilla como en el extranjero. Pablo daba clases a niños huérfanos por el SIDA en Malawi. Loren acompañaba a enfermos de cáncer en el Hospital Virgen del Rocío. Jaime ayudaba en los quehaceres diarios a enfermos mentales en Calculta. O Maca, entre otras historias, daba clases de apoyo a niños de las Tres Mil Viviendas, de los que terminó completamente enamorada. Diferentes vivencias pero que tiene un mensaje en común al que Álvaro Romero quiere ayudar a hilvanar con esta plataforma.

«Después de dos semanas, se están poniendo en contacto con ONG personas interesadas en hacer voluntariado», indica este ingeniero, «y también un chico ha escrito a uno de los voluntarios que cuenta su experiencia en Filipinas». Cada participante deja un contacto para servir de referencia a otros jóvenes con inquietudes. Además, son cuatro jóvenes los que le están echando una mano a Álvaro con este proyecto, que también tiene como objetivo dar visibilidad a ciertas organizaciones. «Primero pensamos en ONG más grandes, pero no necesitan esa ayuda, nos hemos centrado en otras más pequeñas», explica Álvaro.

Voluntariado en España y el extranjero

No es la primera vez que Sevilla Solidaria se pone en contacto con Álvaro Romero. Él fue uno de los «Jóvenes Solidarios» entrevistados en vídeo en este portal cuando en 2016 acudía como voluntario a la Ciudad San Juan de Dios para acompañar a chicos con discapacidad y sin familia. Fueron cerca de ocho años los que Álvaro estuvo acudiendo a este centro. Lo recuerda con gran cariño, aunque los dos meses intensos en Argentina son otra historia. Allí ayudó en Buenos Aires como ingeniero industrial en la construcción de un puente entre dos barrios aislados y en la de una piscina para niños en exclusión social.

Álvaro en su trabajo en Argentina con Ingeniería Sin Fronteras

Pero la vivencia más extrema la trae de Santiago del Estero, al norte del país sudamericano. «Su manera de ser me impactó, no tienen nada pero te lo ofrecen todo», remarca. «Me corté el lóbulo de oreja en un accidente de trabajo, y me dieron como pudieron seis puntos de sutura, y me trataron genial», recuerda. No quiere obviar lo peor: «no comes bien, hay poca agua, y duermes rodeado de bichos». Pero cree que experimentar lo que aquella población atraviesa es la manera de ponerte realmente en su piel.

Álvaro y sus compañeros ya preparan para Sharing Luch un artículo para recopilar las iniciativas solidarias que han surgido durante el coronavirus. Y en la cabeza ya tienen en mente charlas de concienciación, para «compartir su suerte» con los demás.

 

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