Un mercadillo en Cajasol donde encargar ilusiones para niños enfermos
Hasta este sábado a las 15.00 horas treinta puestos están dispuestos en el patio de la Fundación Cajasol, en la Plaza de San Franscisco. Por un euro de la entrada, quien lo desee puede acceder a este mercadillo con un gran abanico de artículos de artesanía, moda y productos gourmet en un ambiente de pura «sevillanía». No sólo por el flamenco de una guitarra en directo, sino también por los diseñadores y artesanos de la ciudad que firman muchos de los enseres desplegados en las mesas.
Pero el aura mágica que envuelve este mercado va más allá de lo que vende, su encanto proviene de su finalidad solidaria. La Fundación Pequeño Deseo está detrás de este evento con el objetivo de recaudar fondos con los que seguir convirtiendo en realidad deseos de niños enfermos crónicos o de mal pronóstico. Así, se les apoya anímicamente y se les aleja temporalmente de la enfermedad.
«Tenemos de todo, desde moda o antigüedades, a juguetes solares, complementos de señora realizados con papel o abanicos pintados a mano», enumera a Sevilla Solidaria Mercedes Vázquez, coordinadora de la Fundación Pequeño Deseo en Andalucía. La lista continúa con artesanía en esculturas, mantones antiguos bordados, alta bisutería, productos en cuero, moda y complementos de mujer y hombre, moda infantil así como de flamenca o vintage, bañadores, tupperware o productos gourmet, entre otras muchas cosas del mercadillo. «Hay artesanía tan original que impresiona saber el arte que derrocha Sevilla», añade Mercedes.
Gracias a la colaboración de empresas y colaboradores a nivel personal la Fundación Pequeño Deseo desarrolla a lo largo del año en Sevilla diversas actividades para recaudar fondos como son el torneo de golf, la fiesta campera, la zambomba navideña o la gran gala de los deseos. De esta manera, la Fundación Pequeño Deseo ya ha hecho realidad más de 600 deseos y se espera que solo en 2019 se llegue a 100. «Ver tanta gente solidaria nos provoca una explosión de emociones, todo para ayudar a cumplir los deseos de los niños», expresa Mercedes Vázquez. Porque... ¿hay algo mejor que la sonrisa de un niño?