Un colegio para Nakunga: la rifa solidaria que cambiará vidas
En Nakunga, una comunidad rural de Ghana, la educación es un derecho que muchos niños y niñas ejercen en condiciones muy difíciles. Sus aulas son precarias, con techos inestables y sin el mobiliario necesario para un aprendizaje digno. Pero esta realidad está a punto de cambiar gracias a una iniciativa solidaria que une belleza, cooperación y compromiso social.
AOKlabs, una marca de cosmética natural con fuerte arraigo en África, y la Asociación Katia Simone, que trabaja en proyectos de desarrollo en comunidades productoras de karité, han puesto en marcha una campaña para construir un colegio en Nakunga. «Mi hijo nació con un tipo de alergia a la proteína APLV de la leche de vaca y todos los niños que nacen con esta alergia no pueden usar productos con una formulación con lactosa, pero comencé a utilizar la manteca de karité, que se hace de forma ancestral y tuvo resultados extraordinarios en su piel. A partir ahí, me surgió dar conocer este producto de forma natural, una materia prima que se utiliza para otras formulaciones», asegura Katia Simone, fundadora de AOKlabs y de la Asociación Katia Simone. Un problema de piel de su hijo, dio con la clave y fue el inicio de algo que cambiaría su vida y la vida de la población de Nakunga.
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Katia tiene un corazón repleto de solidaridad. «Nací en Cuba, pero mis padres son africanos y para mí también es importante que tengo que aportar y traer a Europa lo que significa el continente africano. Nakunga es una de las comunidades que está mas cerca de un parque de Natural de arboles de karité. Cuando hacemos este viaje para conocer donde se produce esta materia prima, detectamos que esta comunidad tiene muchas deficiencias. Las mujeres son las que sustentan la vida en esta comunidad, ellas generan la economía, y sentí que tenía que hacer algo. El primer reto fue la construcción del pozo de agua ya que ellos tenían que andar 30 km para tener acceso a agua potable. Ahora queremos construir un colegio con el fin de crear 12 aulas y separarlos por edades», añade Simone. El primer reto solidario fue construir un pozo de agua y con esta nueva iniciativa quieren construir un colegio, un proyecto que no solo proporcionará un entorno seguro y adecuado para más de 500 niños y niñas, sino que también contribuirá al progreso de toda la comunidad.
Una rifa con propósito
Para hacer realidad esta escuela, AOKlabs ha organizado una gran rifa solidaria, con el objetivo de recaudar 30.000 euros. Participar es muy sencillo: cada papeleta cuesta 2 euros y el premio, valorado en más de 1.200 euros, incluye un exclusivo lote de productos africanos de cosmética, complementos y decoración, además de tres meses de asesoramiento personalizado en rutinas de cuidado facial y corporal.
Las papeletas están disponibles en la web de AOKlabs (www.aoklabs.com,) y cualquier persona puede sumarse a esta causa. Además, quienes prefieran hacer una donación directa pueden hacerlo a través del Bizum solidario 08056.
Más que una recaudación: un esfuerzo colectivo
Pero esta iniciativa va más allá de la recaudación económica. AOKlabs y la Asociación Katia Simone también están movilizando a empresas, farmacias y particulares para la donación de material escolar, medicamentos básicos y otros recursos esenciales para Nakunga.
Hasta el 1 de abril, todo lo recaudado y donado será reunido en un contenedor que partirá rumbo a Ghana. Una vez allí, el equipo de ambas organizaciones se encargará de supervisar la entrega y distribución de los recursos, asegurándose de que lleguen a quienes más los necesitan.
Invertir en educación, transformar el futuro
Este proyecto se enmarca en la campaña de cooperación internacional de la Asociación Katia Simone, que lleva años trabajando en la creación de infraestructuras educativas y sociales en comunidades productoras de karité. Construir este colegio no solo beneficiará a los niños y niñas de Nakunga, sino que también generará oportunidades de empleo y desarrollo a largo plazo.
«Mi crecimiento personal desde el inicio de AOklabs ha sido impresionante. Agradezco día tras día tener esta marca para poder cambiar la vida la población de Nakunga. Con pequeños gestos podemos cambiar el mundo entre todos. Ayudar a construir este colegio es mucho más que una acción solidaria; es una inversión en el futuro de cientos de niños y niñas que, con educación, podrán cambiar su vida y la de su comunidad», concluye Katia Simone.