Susana Díaz conoce Autismo Sevilla
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Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, ha visitado este martes la sede de la Asociación Autismo Sevilla, que da servicio a un total de 202 familias asociadas, si bien presta también ayuda a familias no asociadas en materia de escolarización, asistencia de día o mediante asesoramiento psicológico y social, además de otras prestaciones como formación para el empleo.
Según los datos de los centros de valoración y orientación, en Andalucía existen 1.625 personas con al menos el 33 por ciento de discapacidad diagnosticada de trastorno del espectro autista (TEA), de los que 1.349 son hombres y 276 mujeres. En la provincia de Sevilla son 488 (405 hombres y 83 mujeres).
Entre las instalaciones que tiene la Asociación Autismo Sevilla se cuentan el Centro de Atención Temprana, con 46 plazas y subvencionado por la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales; el Centro de Educación Especial Ángel Riviére, concertado con la Consejería de Educación, Cultura y Deporte; la Unidad de Estancia Diurna Ángel Díez Cuervo, conveniada con la Agencia de Servicios Sociales y Dependencia; y la Unidad Integrada en la Comunidad.
Los Trastornos del Espectro Autista (TEA) afectan a una de cada 150 personas (cuatro veces más a hombres que a mujeres) y se manifiestan en los tres primeros años de vida. Actualmente incluyen trastorno autista, Síndrome de Asperger, Trastorno Generalizado del Desarrollo no Especificado, Trastorno Desintegrativo Infantil y Síndrome de Rett. Todas las personas con TEA presentan dificultades en el área de la socialización, la comunicación y la imaginación, aunque su expresividad es muy variable incluso a lo largo de la vida de una misma persona.
La detección precoz de este trastorno, así como una intervención integral y temprana, contribuyen a potenciar las capacidades de esta población y evitan o minimizan la aparición de complicaciones en su manejo posterior.
Para ello, el sistema sanitario público de Andalucía cuenta con diferentes herramientas. Una de ellas es la «Guía TEA», que tiene por objeto mejorar el conocimiento de los pediatras de los centros de salud sobre estos trastornos, ayudándoles a identificar desde los 18 meses las señales de alarma que pueden llevar a un diagnóstico de autismo.
También existe el cuestionario M-CHAT (The Modified Checklist for Autism in Toddlers), que es actualmente la prueba más consensuada internacionalmente para la detección precoz, implicando a padres y madres y a profesionales en la identificación de comportamientos significativos e indicativos de un trastorno socio-comunicativo.
Por otra parte, el proceso asistencial integrado de los TEA es una herramienta clave para garantizar el abordaje eficaz del autismo, en tanto que propone un enfoque integral, una respuesta intersectorial, interdisciplinar y multiprofesional inserta en un modelo de intervención uniforme, centrado en el niño o la niña, su familia y el entorno. Para ello, es prioritaria la comunicación interniveles y la comunicación directa de los profesionales de Atención Primaria con las unidades de salud mental infantojuvenil y los centros de atención infantil temprana, así como la coordinación eficaz con los centros educativos.