Sevillanos salen a la calle para dar abrigo a las personas sin hogar que se enfrentan a la ola de frío
Las temperaturas están bajo cero durante la madrugada de Sevilla. El rocío de la mañana se hiela. Los afortunados conectan la calefacción en sus hogares cada vez durante más tiempo, y quienes no pueden permitírselo tiran de mantas en el sofá y la cama. Mientras tanto, en la calle, aprovechando esquinas y entradas a los bancos, hay quienes no tienen ni paredes, solo unos cartones y una manta raída para combatir esta ola de frío. «No me lo explico, te los ves con un jersey fino y nosotros con un abrigo gordo estamos tiritando de frío», se sincera Domingo Pérez, voluntario y coordinador de Operación Saco.
El pasado martes Domingo estuvo con otros siete voluntarios en el entorno de la Plaza del Arenal y la Plaza Nueva repartiendo ropa de abrigo y mantas a las personas sin hogar que allí pernoctan, como vienen haciendo desde que comenzó el invierno. «Se nos acercaron en la Plaza Nueva más de 50 personas, nunca habíamos visto a tantas», asegura. Los enseres que llevaron volaron en poco tiempo. Zapatos, pantalones, calcetines, ropa interior, mantas... Con cierto orden, solidarios la gran mayoría con sus compañeros, fueron recogiéndolas según la talla que más se le ajustaba. «Buscan lo que necesitan y dejan el resto para otro que lo pueda querer», expone Domingo, «la mayoría no acapara, muestran una admirable sencillez». En cada salida, llevan caldo caliente y café, dispuestos a conversar con quien aprecie un poco de compañía y dar información sobre recursos de los servicios sociales, comedores y albergues que funcionan en la capital.
Domingo es uno de los ocho amigos, amantes del senderismo, que el pasado invierno decidieron repartir sacos de dormir entre personas sin hogar. Descubrieron tanta necesidad que siguieron volviendo con ropa, caldo caliente y, sobre todo, compañía. Cuando volvieron a las calles tras el confinamiento descubrieron que había muchas más personas sin hogar que antes. «Son personas a las que la crisis les ha dado un estacazo, por la ropa te das cuenta que no llevan tanto en la calle», asegura. En Operación Saco ahora son más de 60 personas interesadas en ayudarles, conectadas a través de un grupo de Whatsapp. Cada vez que salen en pequeños grupos se les acercan más ciudadanos en la calle, preguntándoles por lo que hacen y si pueden colaborar de alguna forma.
Durante el confinamiento, ya que las personas sin hogar fueron trasladadas a instalaciones de emergencia, estuvieron repartiendo alimentos y productos de primera necesidad a familias sin recursos. Gracias también a donaciones de empresas y particulares han podido llegar a más personas a través de asociaciones. Como los cerca de 700 kilos de naranjas que entregaron al comedor social de Triana, o los regalos que más de 30 familias pudieron ver abrir a sus hijos la mañana del 6 de enero.
Durante la actual ola de frío, se organizan en grupos de menos de 6 personas para salir a la calle, siempre con todas las distancia de seguridad necesaria. «Llevamos mascarillas para quien se acerque a nosotros sin ella, y gel hidroalcóholico, nos tenemos que proteger nosotros y protegerlos a ellos», asegura el voluntario. Domingo se queda con cada historia que escucha, con los rostros que se van repitiendo, con la historia de cada persona con la que se cruza. «El martes un señor que ya conocíamos nos contó que había fallecido de un infarto el hombre junto al que solía dormir, estaba muy triste, son dramas dentro del drama, vemos a mujeres muy mayores con su andador, hay de todo», confiesa.
Ya planean la próxima salida. Esta semana en la misma Plaza Nueva se cruzaron con un grupo de voluntarios de otra asociación que repartía caldo. A ellos les pedían ropa. Así que trabajaron codo con codo. «Me gustaría que hubiera 80 "operaciones saco", que cunda el ejemplo», asegura Domingo. Cualquier persona interesada en ayudar puede ponerse en contacto con ellos a través del correo electrónico operacionsaco@gmail.com.