Llamadas telefónicas que mitigan la soledad de nuestros mayores

«Es tan poco lo que les damos a cambio de todo lo que nos dieron...», María José es voluntaria de Amigos de los Mayores, entidad que quiere dar a conocer en Sevilla su proyecto al que toda persona que se sienta sola puede apuntarse

«Es tan poco lo que les damos a cambio de todo lo que nos dieron...». La joven sevillana María José Monedero tenía claro que quería ayudar a personas mayores, un colectivo especialmente castigado por la pandemia. El Covid no solo les ha afectado a la salud sino que el confinamiento y la necesaria distancia de seguridad ha agravado considerablemente el sentimiento de soledad. Para ayudar a mitigarlo, desde noviembre María José habla por teléfono cada semana con una mujer de Zaragoza de 77 años a través de la Fundación Amigos de los Mayores y el proyecto Llamadas Amigas, que busca extenderse en Sevilla donde anima a apuntarse a personas mayores que se sientan solas y quieran participar.

«Hablamos de todo, al principio siempre le pregunto cómo está y me cuenta de ella, cómo se siente y cómo está su familia; pero también hablamos de viajes, de recetas, de hobbies...», cuenta María José. Ha notado una clara evolución en su interlocutora. Con el reciente fallecimiento del marido de esta beneficiaria, desde la fundación decidieron que lo mejor era que recibiera llamadas de más de un voluntario. Y ahí entró la sevillana. «Al principio lloraba mucho, o me contestaba metida en la cama a media mañana, pero ahora es consciente de lo que hay y de las herramientas para afrontarlo», explica, «le hemos ayudado mucho, ella misma lo dice».

La Fundación Amigos de los Mayores comenzó hace 34 años en Barcelona para luchar contra la soledad de las personas mayores, tanto con programas y actividades de voluntariado como con campañas de sensibilización. Pero todo tuvo que ser paralizado por la declaración del Estado de Alarma. «DKV Seguros creó una plataforma de acompañamiento telefónico en el que nos aunamos nosotros y diferentes empresas y colegios profesionales», cuenta Albert Quiles, director de la fundación.

Buscan beneficiarios y voluntarios en Sevilla

Cuando llegó el verano, Amigos de los Mayores heredó el proyecto, denominado Llamadas amigas, y así extendieron su labor a toda España, más allá de los lugares donde tienen delegación: Cataluña, Comunidad Valenciana, Madrid y Aragón. Actualmente un total de 528 personas mayores reciben llamadas en este proyecto gracias a 439 voluntarios. De ellos, 27 mayores y 7 voluntarios están en Andalucía. Solo 2 mayores y 2 voluntarios en Sevilla. Por eso, quieren dar a conocer su labor en la ciudad. «Estamos a disposición de los sevillanos, nos encantaría que se apuntara todo aquel que quiera recibir llamadas y deseen hablar», añade Quiles. No hay requisitos. Aunque la gran mayoría son mujeres viudas, de una media de 84 años, que viven solas y cuentan con alguna limitación física.

También buscan en Sevilla a voluntarios que deseen colaborar. «Están muy organizados, te dan una guía para realizar el acompañamiento telefónico y puedes participar en formaciones, yo he participado en dos sobre empatía y asertividad», cuenta María José, «además las llamadas se realizan desde una app así el número de teléfono que le aparece al beneficiario es el de la fundación». A lo largo de estos tres meses la relación con su compañera de llamadas se ha estrechado: «me acuerdo mucho de ella a lo largo de la semana, y nos hemos mandado fotos para ponernos cara».

Amistad frente a la soledad

El objetivo de la fundación, aún así, es procurar que cada voluntario y beneficiario puedan ser de la misma ciudad y así, si a las dos partes les apetece, puedan verse. Es algo que se está empezando a dar estos días en otras ciudades, con las medidas de seguridad necesarias en viviendas o residencias. «Siempre que así nos lo digan porque es algo completamente opcional», aporta Albert. El sello de la fundación es crear relaciones de amistad duraderas, pero es algo que debe fluir, es la pareja quien decide el número de llamadas o si quieren quedar para charlar.

Lo cierto es que si antes la soledad era un problema social a solucionar, la pandemia no ha hecho más que agravar el riesgo a padecerla, y se le añade además la angustia y el miedo. «La brecha digital lo empeora, porque muchos mayores antes de la llegada del Covid realizaban actividades sociales que ahora se celebran de manera online y no pueden acceder», aporta Quiles. «O si antes tenían algunas amistades, ahora el miedo al contagio les deja aislados sin conectarse con el exterior». Según un informe publicado por la propia entidad en una encuesta a sus usuarios, el 41% de las personas mayores encuestadas manifiesta un aumento de su sentimiento de soledad durante la pandemia. «Tener una nueva relación, que en algunos casos sería la única, les hace sentirse más seguros, les distrae, tienen otros temas de los que hablar más allá del Covid... los beneficios se aprecian rápidamente», afirma Quiles.

María José asegura que su voluntariado es muy reconfortante. Ella también colabora cada vez que puede con Tu Casa Azul, para lograr la construcción junto al Virgen del Rocío de una casa Ronald McDonald para alojar familias con hijos gravemente enfermos. Como lo hizo hace unos años con La Azotea Azul. Los niños también son su debilidad. Ahora participar en Llamadas Amigas sólo le suma. «Al final una llamada o una reunión con el resto de voluntarios no supone nada, ¿en cuántos grupos de WhatsApp estamos metidos?, ¿cuánto tiempo le dedicamos al móvil?, y esto también me ayuda a mí misma a crecer como persona».

Comentarios