«Recuerdo una niña que donó varios carros de alimentos con el regalo de su Primera Comunión»

Cristina, supervisora en la Gran Recogida, lleva nueve años colaborando en los supermercados para que esta campaña del Banco de Alimentos sea un éxito. Tres mil como ella han prestado su tiempo este fin de semana en Sevilla

Cristina Sánchez, de 57 años, lleva cerca de diez años colaborando en cada una de las Grandes Recogidas que organiza el Fundación Banco de Alimentos de Sevilla. Se apuntó en 2012 animada por una amiga, informando a los clientes de los supermercados sobre la campaña. Y le enganchó tanto que se fue involucrando más y más, como capitana en tienda y desde 2018 como supervisora. Esa ha sido su función en esta última campaña este fin de semana, coordinando un grupo de tiendas y asegurándose que todo funcione correctamente y no falte de nada. Una de los 3.000 voluntarios que han prestado su tiempo para que la campaña sea un éxito.

Cristina sabe de la buena labor de la fundación y, orgullosa de cómo la entidad ha crecido en estos años, quiere que todo el mundo sepa que cada céntimo llega a donde hace falta, y repercute directamente en ser capaces de hacer llegar alimentos a más de 48.000 beneficiarios en Sevilla. Ese es uno de los retos de los voluntarios en esta nueva edición de la Gran Recogida, donde se ha sustituido la entrega directa de alimentos por aportaciones económicas. «Es fundamental dar a entender a la gente que es una manera mucho más eficaz de obtener los productos verdaderamente demandados y necesarios», explica Cristina. Y, tras la buena marcha de la anterior campaña, los donantes han respondido muy positivamente.

Aunque los voluntarios ya se hayan retirado, la donación en caja se puede seguir realizando hasta el 25 de noviembre. Las donaciones online en www.granrecogidadealimentos.org y donaciones económicas (por bizum con el código 33495 o a las cuentas bancarias creadas para la ocasión) se podrán aportar a su vez hasta el 19 de diciembre.

¿Destacas algunos de los momentos vividos en estos nueve años de voluntaria?

Tengo una anécdota muy bonita de antes de la pandemia. Estaba en una tienda, ya era media tarde. Vino una familia con una niña, de unos 10 años, con un carro lleno a rebosar de alimentos. Era una cosa espectacular. Recuerdo que venía vestida como de princesa con su coronita. Nos entregaron el carro y nos comentaron sus padres que la niña había destinado el regalo de su Comunión a ayudar a otras personas. Después descubrimos que habían realizado lo mismo en varias tiendas de la localidad. Fue impactante.

¿Has colaborado en otros eventos benéficos o en otras actividades de la fundación?

Sí. Siempre procuro asistir a las charlas o eventos a los que nos han convocado. Me quedo con las jornadas de clasificación de alimentos. Son muy importantes, poco conocidas, muy entretenidas, y muy divertidas. De hecho muchos voluntarios me preguntan cuándo van a reanudarse. Es una forma de colaborar muy bonita, divertida y aglutinante, porque, bien vayas en grupo, con amigos o familiares, o vayas solo, es un rato que une mucho.

¿Cómo reaccionan los clientes de los supermercados con la nueva forma de donación en caja?

La primera vez que se hizo este sistema de donación llamó mucho la atención. La gente era más reacia a colaborar al desconocer con exactitud el destino final de su aportación. Pero una vez que han visto que la última campaña fue muy provechosa y que todo ha salido bien, y tras una breve explicación por parte de los voluntarios, al final la gente lo va aceptando. Es fundamental dar a entender a la gente que, además, es una manera mucho más eficaz de obtener los productos verdaderamente demandados y necesarios, y que se aprovechan todos y cada uno de ellos sin que estos se estropeen o perezcan con su manipulación.

Presentación de la campaña en el Ayuntamiento el pasado viernes

¿Se notaba este fin de semana que ya se conoce más la nueva forma de colaborar?

Sí, ya se nota. En la primera campaña que se puso en marcha este sistema de donación, costó mucho más trabajo y necesitabas más tiempo para explicar el tema para que las personas lo entendieran. Ahora es mucho más rápido. Estas cosas vienen para quedarse.

¿Cómo son la mayoría de las personas a las que os acercáis?

Desde mi experiencia, la gente está dispuesta a colaborar y ayudar a los demás. Te das cuenta que hay muchas personas buenas en el mundo

¿Cuál es la labor del supervisor en la Gran Recogida?

La organización en el Banco sigue un sistema piramidal. En primer lugar, están los voluntarios de a pie, en tiendas, donde siempre hay persona responsable que es lo que nosotros llamamos capitán, cuya labor es reclutar, formar y organizar al equipo. Por encima de los capitanes, estamos los supervisores que coordinamos un conjunto de tiendas. Esta labor consiste en conseguir que todas las tiendas asignadas tengan un capitán, proporcionarles voluntarios, comprobar que todo funciona correctamente en la tienda, solventar incidencias, recogida y entrega de materiales (carteles, petos, mascarillas, folletos...), conocer a los trabajadores de tienda y, por último, organizar la información que hemos recopilado para futuras campañas. En esta pirámide no podemos olvidar a los coordinadores. Un pequeño grupo de personas maravilloso que están en el anonimato, incansables, eficientes, solventando las mil incidencias inimaginables, y proporcionándonos el apoyo humano y logístico necesario para realizar nuestra labor, dándolo todo para llevarnos a buen puerto.

Más de tres mil voluntarios han participado en la Gran Recogida el fin de semana

¿Cómo son tus equipos?

Me gusta destacar  la importancia que tiene la colaboración de la gente joven en este tipo de acciones porque he comprobado que anima mucho a la hora de colaborar. En mis tiendas tengo voluntarios muy jóvenes que hacen una labor fantástica y con un poder de convocatoria brutal. También las familias que acuden en tropel implicando a sus hijos desde edades muy tempranas. ¡Serán nuestros futuros colaboradores! Y no nos olvidemos de nuestros mayores. Pese a la edad, sus posibles achaques y las dificultades inherentes a la participación, son un colectivo imprescindible en el voluntariado y que nunca nos falla. Qué te voy a decir…mi gente es magnífica.

¿Algún familiar o amigo es voluntario también del Banco de Alimentos?

Evidentemente, cuando te metes en una cosa de estas, arrastras a todo tu entorno. Mis hijos y mi marido colaboran tanto en tienda como en casa, ayudándome con mis labores. Pero sí, es cierto que cualquier cosa que necesito para las tiendas que yo superviso, acabo involucrando a todo mi entorno, mis familiares y amigos, inquebrantables. Bendita paciencia.

¿Qué opinas sobre la labor de esta fundación? ¿Por qué continúas siéndolo voluntaria?

Para mí el Banco de Alimentos hace una labor preciosa y, sobre todo, fundamental, ya que con sus acciones ayuda a cubrir necesidades básicas. No olvidemos la cantidad de personas que realizan labores de manera permanente, que trabajan durante todo el año, en el almacén, oficinas...la mayoría de forma altruista. Todo lo que se da, llega a donde tiene que llegar, y llega de verdad. Es una labor muy buena y eficaz. Tengo claro que mientras pueda aportar mi granito de arena, seguiré colaborando.

¿Qué sentiste al ver las "colas del hambre" a raíz de la crisis provocada por la pandemia?

Verdaderamente es penoso que tengamos que llegar a estas circunstancias. Es cierto que cuando lo ves en otros países sientes que el problema está lejos de ti, pero cuando lo ves al lado de tu casa, es una cosa muy triste. Pienso que en el siglo XXI esto no se puede permitir, y por supuesto, no podemos dejar que la persona que está al lado lo pase mal. No se puede consentir que haya personas a nuestro alrededor a las que les falte algo tan básico como un plato de comida en su mesa, máxime cuando hay otros que tenemos de sobra. Por eso, pienso y creo firmemente que entre todos, con nuestro granito de arena, podemos contribuir a que el mundo sea un poquito mejor.

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