Pepi Pedraza, una utrerana que ejerce la solidaridad como ley de vida

Ha sido distinguida recientemente con el premio a las buenas prácticas ciudadanas

La vida de Pepi Pedraza está marcada indudablemente por la solidaridad y la ayuda a los que más lo necesitan. Desde hace más de dos décadas, esta malagueña de nacimiento, pero utrerana de adopción, ha trabajado en diversos proyectos en los que principal objetivo ha sido siempre la construcción de una sociedad más justa y humana. Una labor, que ha sido reconocida recientemente con el premio a las buenas prácticas ciudadanas, que impulsa la delegación de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Utrera.

Pedraza ha asegurado que «estoy muy orgullosa de que me hayan concedido ese premio, pero también es una responsabilidad bastante grande tener un premio de estas características. Que me hagan los utreranos este reconocimiento es una satisfacción enorme y más grande todavía es para mí que la gente me pare por la calle y me felicite, sentir su cariño».

Además del reconocimiento en sí, el premio está dotado también con 500 euros, una cantidad que Pedraza ha asegurado que «voy a donar para alguno de los proyectos de nuestra asociación, seguro que va a servir para mucho». En la actualidad Pepi sigue siendo una de las piezas fundamentales de la asociación de Mujeres de «Santiago el Mayor».

Pepi Pedraza desembarcó en Utrera hace más de treinta años y pronto comenzó a colaborar con las obras asistenciales que se llevaban a cabo desde la parroquia de Santiago, de la mano del entonces párroco Manuel Mateos. Durante doce años fue presidenta de Cáritas de Santiago, poniendo en marcha numerosos proyectos que trataban de superar el campo puramente asistencial para perseguir también la integración y la inserción de las personas más necesitadas de la sociedad.

Hace poco más de una década daba un paso más allá, siendo una de las fundadoras de la asociación de Mujeres de «Santiago el Mayor», un colectivo que desde entonces ha puesto en marcha numerosos proyectos solidarios y que sigue trabajando día a día para construir una ciudad mejor.

Un premio más que merecido para una persona que dedica gran parte de su tiempo libre a los demás, que no sabe parar quieta y que cuando se compromete en algún proyecto lo hace de verdad, con todas las de la ley y que aunque no necesita ningún premio para que los utreranos conozcan su forma de ser y su compromiso, hay verdaderamente pocas personas en la localidad que puedan encarnar como ella el espíritu de este galardón.

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