Osuna, el primer municipio que pide etiquetar en braille gracias al tesón de Rocío
«El otro día iba a tomar un vaso de leche para desayunar. Abrí el cartón y resultó ser caldo de pollo. Bueno, pues parece que esta noche toca sopa». Así comienza la petición que Rocío Sánchez subió hace varias semanas a la red y que ha obtenido más de 50.000 firmas.
En ella, la joven invidente, natural de Osuna, asegura que vive situaciones de ese tipo con más frecuencia de la que le gustaría y que, sin embargo, estas dificultades pueden resolverse con una ley europea que obligue al etiquetado en braille de los productos alimenticios, de cosmética y de higiene. «No puede ser tan difícil si en otros países ya lo están haciendo. Además, si en España ya hemos incorporado el braille a todos los medicamentos eso significa que es perfectamente posible aplicar una legislación al respecto también en otro tipo de productos envasados», explica.
Declaración institucional
De momento, la iniciativa de Rocío ya ha obtenido su primera victoria, ya que el pleno municipal de Osuna ha aprobado por unanimidad una declaración institucional que elevará al resto de instituciones para que se legisle a favor del etiquetado en braille. Carlos Querol, portavoz de IU en la localidad sevillana e impulsor de la iniciativa municipal, espera que sirva «para sensibilizar a las autoridades competentes sobre las dificultades diarias de las personas ciegas en el supermercado».
«El etiquetado en braille es un paso gigante en nuestra calidad de vida, muchas personas ciegas dejaremos de depender de otros para hacer la compra, ya no tendremos que preguntarle al vecino cada dos por tres qué contiene la lata que vamos a abrir hoy para comer… y se acabará por fin lo de abrir tres botes hasta dar con el bueno», insiste Rocío.