Un oasis en el que no se pregunta a qué Dios se reza
La parroquia Jesús Obrero, en el corazón de las Tres Mil, atiende a cerca de mil personas de todas las religiones gracias a sus 125 voluntarios
Muchas de las personas que viven en las Tres Mil Viviendas no son católicas. Las personas de etnia gitana son, en su mayoría, evangélicas; los nigerianos, que hay muchos en este barrio, musulmanes; tambien hay muchos testigos de Jehová, pero todos ellos, testigos, musulmanes y evangélicos, van a la parroquia de Jesús Obrero, de los salesianos, a pedir ayuda, cuando la necesitan. Y Cáritas jamás pregunta por su credo religioso a quienes llaman a su puerta. Es su forma de entender la solidaridad. «Para nosotros la acogida es sagrada», dice Lourdes, maestra de 53 años y madre de tres hijos que lleva casi 25 como voluntaria.
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