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La Casa de Salinas se llenó ayer de música y arte por una buena causa: el programa Kostka de la Fundación Padre Garralda Horizontes Abiertos. Se trata de una iniciativa dedicada a la atención de los niños menores de cuatro años que han de estar en la cárcel con sus madres mientras éstas cumplen condena.

Un acto solidario al que no faltaron ni los voluntarios que cada día colaboran con esta fundación ni personalidades de la sociedad sevillana que quisieron poner su granito de arena en esta causa.

Los asistentes a este concierto, patrocinado por Casa de Salinas, disfrutaron de un completo programa musical de manos del coro Voces Solidarias, miembros de la Asociación de Amigos del Teatro de la Maestranza. Se pudieron escuchar canciones como «Sevilla», de Albéniz, o «Volver», de Carlos Gardel.

El padre Jaime Garralda, la presidenta de la Fundación, María Matos, y María Loring, miembro de la misma, encargados de la presentación del acto, no quisieron perder la oportunidad de dar las gracias a todos los que colaboran cada año con este concierto benéfico (es el séptimo) y con el resto de iniciativas que se organizan desde la fundación