«Me ayudaron a coger aire y seguir adelante»

Elisabet recibió la ayuda del Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas de la Fundación la Caixa para afrontar los últimos meses de su madre

«Estaba en una situación emocional muy intensa, con un estrés que te cambia toda la vida, pero me ayudaron a coger aire y seguir adelante». Así relata Elisabet Llort cómo, hace más de un año, tuvo que afrontar los últimos meses de vida de su madre, que se encontraba en Mataró mientras ella debía seguir en Sevilla con su trabajo y su familia. Sabe que todo hubiera sido muy diferente sin el apoyo del Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas de la Fundación la Caixa.

Una psicóloga, Laura Merinero, del equipo de Atención Psicosocial de DomusVi en Sevilla atendió a Elisabeth durante ese tiempo. «Te preguntas en todo momento si lo estás dando todo porque, además, el entorno opina y juzga, pero una persona externa, profesional, te ayuda a objetivar las cosas», asegura Elisabet. «Este trabajo es duro pero recibes una devolución en forma de mucha gratitud», asegura la psicóloga a Sevilla Solidaria.

Las dos estuvieron este jueves en la presentación del décimo aniversario de este programa de la Fundación la Caixa, que a día de hoy se desarrolla en 128 hospitales de toda España con 133 equipos de atención domiciliaria a través de una red de 42 Equipos de Atención Psicosocial (EAPS). El objetivo  es proporcionar una atención integral a personas que se encuentran en el final de su vida y a sus familiares, complementando la labor de los servicios sanitarios.

Más de 1800 personas atendidas en Sevilla

En Sevilla se puso en marcha en 2015 y desde entonces han sido atendidas un total de 1888 personas en situación de enfermedad avanzada y 2354 familiares. El programa tiene lugar en el Hospital Universitario Virgen del Rocío y en el Hospital Universitario Virgen Macarena, y también cuenta con dos Equipos de Atención Domiciliaria a través de un EAPS perteneciente a la entidad DomusVi. Este equipo cuenta con cuatro psicólogos, un médico, un trabajador social y un fisioterapeuta.

El éxito de esta programa se mostró en un desayuno informativo en el que intervino el subdirector general de la Fundación Bancaria ”la Caixa”, Marc Simón; la directora territorial de CaixaBank en Andalucía Occidental, Maria Jesús Català; la directora del Área de Pobreza y Salud de la Fundación Bancaria “la Caixa”, Montse Buisán; el director científico del Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas, Xavier Gómez-Batiste, y el director de la Unidad de Medicina Interna del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla y director del EAPS DomusVi Sevilla, Manuel Ollero.

FOTO: Manuel Gómez

Implicación de toda la sociedad

«Estar atendido al final de la vida es el principal derecho humano que todos deberíamos cumplir por lo que debemos implicar a toda la sociedad ya que así ésta mejoraría en valores», explicó Marc Simón. Xavier Gómez-Batiste,a su vez, expuso los resultados positivos de esta iniciativa que mejora en el 90% los síntomas de los pacientes a nivel anímico y psicológico. «Cuando comenzamos el programa tenía un componente importante de innovación y era necesario ver la efectividad y asegurar la calidad de los servicios», aseguró, «pero podemos decir que hemos cumplido sobradamente los objetivos».

«En las enfermedades crónicas el mayor reto no es la curación sino el saber acompañar y cuidar», indicó Manuel Ollero, director del EAPS DomusVi Sevilla. «Tras estos 5 años que lleva el proyecto en Sevilla los profesionales del Virgen del Rocío son mucho mejores a la hora de tratar estas situaciones, gracias a la integración del EAPS».

En el caso de Elisabet, su madre era atendida al mismo tiempo en Mataró. «Ella agradeció mucho poder hablar con un psicólogo, ya que en esta situación los amigos se van yendo», explicó, «te preparan para situaciones como el diagnóstico o el final». Junto a ella, Carlos Bruquetas también expresó cómo le ayudaron a él y a su mujer a afrontar el final de ella, en el Hospital San Lázaro y en su domicilio. «La presencia de un profesional es decisiva, hay que darle el valor que tiene, porque uno se encuentra desorientado y con una gran tensión», explicó Carlos frente al psicólogo que lo atendió, José María Cabral.

 

Foto: Elisabet Llort a la derecha junto a la psicóloga Laura Merinero

 

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