El pasillo de la UCI del Hospital Universitario Virgen Macarena está ahora lleno de color. En sus paredes cuelgan mensajes, escenas, paisajes y mundos dibujados por niños y niñas de entre 3 y 6 años para animar a los sanitarios y los pacientes. La iniciativa surge en la Escuela Infantil Julio César de Pino Montano donde se están proponiendo durante el confinamiento diversas experiencias de aprendizaje-servicio con el objetivo es ver el lado bueno de las cosas, como enviar mensajes de ánimo a personas mayores del barrio.

El colegio, cerrado como el resto de centros educativos, impulsa en colaboración con las familias, contextos de aprendizaje donde el alumnado continúa desde casa ayudando como personas comprometidas, implicadas y activas en el momento social que estamos viviendo.

Desde hace tiempo esta escuela desarrolla proyectos de aprendizaje-servicio gracias a los cuales, los pequeños aprenden siendo útiles a la sociedad, con la colaboración habitual de la Plataforma de Voluntariado Social de Sevilla. En esta última actividad denominada «Colores para la esperanza», el servicio reúne creatividad, imaginación o la empatía pero el aprendizaje es más importante: la oportunidad de dar esperanza a los que están salvando tantas vidas.

Desde la Escuela Infantil Julio César se impulsan otros retos a los niños en estos días de confinamiento a través de vídeos e infografías donde se les acerca la situación conflictiva sobre la que el alumnado puede actuar y se les invita a la reflexión y a compartir, primero en familia y después con el resto de compañeros y compañeras posibles vías de solución. Se ponen en juego estrategias de pensamiento, competencias, actitudes y valores, partiendo del análisis y la reflexión ante un problema que es real y cercano.