Las consecuencias de la catástrofe de Chernóbil, a debate en Utrera
El 26 de abril de 1986 el mundo cambió para siempre a consecuencia del accidente localizado en la central nuclear de Chernóbil, situada a sólo tres kilómetros de la ciudad de Pripyat, en la actual Ucrania. Han pasado 33 años, pero las consecuencias de esta catástrofe nuclear todavía se manifiestan con dureza en el día a día de la población ucraniana, como sabe perfectamente la asociación humanitaria «Niño Perdido» de Utrera, que desde hace décadas acoge todos los veranos a niños y adolescentes de la zona que sufren en su día a día la radiación nuclear y que llegan a la localidad para disfrutar de unas vacaciones sanas.
Con el objetivo de dar a conocer la realidad que se vive en esta serie de accidentes nucleares, la asociación internacional «Anida» -organismo al que pertenece la asociación humanitaria «Niño Perdido»-, impulsa en Utrera una conferencia protagonizada por dos personas que vivieron de cerca los trabajos que se ejecutaron tras esta catástrofe nuclear, al igual que todo lo que generó el accidente acontecido en la central japonesa de Fukishima.
La cita está prevista para el jueves 25 de abril en el Ayuntamiento de Utrera, a partir de las 19.30 horas, y en ella van a tomar parte Galina Bandazhevskaya, doctora en Cardiología Infantil y mujer del profesor Yuri Bandazhevsky; y Alexey Nesterenko, presidente del Instituto BELRAD de la Radiación de Minsk.
La conferencia, cuyo objetivo es el de remover conciencias con respecto a las consecuencias que todavía hoy se detectan en las zonas de los accidentes, pertenece a la novena edición «Semana de Acción Europea por un futuro después de Chernóbil», que se desarrolla durante estos días. Es una iniciativa impulsada por la Plataforma Europea por Chernóbil y coordinada por el IBB de Dormund; contando a nivel nacional con la coordinación y planificación de la asociación «Anida».