Las albóndigas de Reme, una «receta para el alma»

New Health recoge en un libro 12 recetas cargadas de sentimientos y de cuidadoras como Remedios, que preparaba a su madre este plato al final de su enfermedad para reconfortarla

Cuando Remedios Morales prueba estas albóndigas vuelve a ser una niña. «Recuerdo cuando llegaba a mediodía del colegio y sólo el olor de este plato me sacaba una sonrisa», explica. Su madre se las preparaba a ella y a su hermano consciente de que era el plato favorito de ambos. Hace años que la situación dio un giro y Reme se convirtió en quien se las preparaba a su madre. Cuando ésta tenía ya avanzada una demencia con cuerpos de Lewy, y apenas reconocía a las personas que le acompañaban, también el olor y sabor de las albóndigas le dibujaban una sonrisa. Quizás esos buenos momentos de cotidianidad y familia se le pasaban por la cabeza desde el paladar.

Y es que la alimentación es uno de los momentos claves en el cuidado de una persona con una enfermedad avanzada. La Fundación New Health propone 12 recetas y 12 historias en el libro que presentará este próximo jueves 26 de diciembre en el Palacio de los Marqueses de La Algaba a las 17.30. «Recetas para el alma» homenajea así a los cuidadores y a un momento que une a muchos de ellos, la comida, ya que a final de la vida el apetito decae o se hace difícil el tragar o masticar.

«Las albóndigas eran perfectas por su textura», añade Reme. Esta sevillana ha sido prácticamente toda su vida cuidadora, debido a que sus padres tenían ceguera. «Cuando me casé no quería alejarme y se vinieron a vivir con mi marido y conmigo, y no nos separemos desde entonces», explica. Pero cuando la enfermedad de su madre su fue agravando -su padre ya había fallecido- la situación fue cada vez más dura: «ella iba perdiendo progresivamente facultades y me daba mucha pena porque siempre había sido muy inteligente y al principio fue muy consciente de lo que le pasaba y lo que le iba a pasar».

Remedios la bañaba, procuraba que se sintiera a gusto, le preparaba su tostada con aceite y el descafeinado que siempre le gustó desayunar, y le hablaba mucho, aún cuando su madre la confundía con su propia madre. «Yo vivía para ella», confiesa. «He llorado mucho, me he venido abajo, siempre con mi marido y mi hijo animándome cuánto podían», añade. Consciente de lo que es ser cuidadora, cuando New Health le propuso participar en este libro no lo dudó. «Si servía para ayudar a personas que estaban en la misma situación que yo y mi madre habíamos pasado, adelante». La fundación la apoyó en aquellos años. Remedios destaca unas sesiones de Reiki que organizaron para un dolor continuo en un muslo. La labor de New Health es mejorar la calidad de vida de las personas a final de sus vidas y fomentar la importancia de los cuidados paliativos en insituciones y hospitales.

Remedios -que no podía tener mejor nombre- se siente en paz. Su madre murió en su casa y en su cama, tal y como deseaba y había dejado dicho. Las albóndigas siguen siendo una receta recurrente en su cocina hoy día, porque los recuerdos que le embargan al saborearlas siempre son agradables. A los cuidadores quienes están pasando por este amargo paso les tiene un mensaje claro: «mucha paciencia con quien cuidéis y dedicarles todo el cariño y tiempo que podáis».

Relacionados
Comentarios