Desde que Aurora publicara en redes su desesperación por encontrar la bufanda del Betis que había pertenecido a su hijo, fallecido hace tres años, la solidaridad brilló y la sociedad se volcó compartiendo miles de veces la publicación de Facebook y ayudando a difundir la petición de esta madre por recuperar lo que es más que una prenda. Y ha servido. Las redes han hecho magia y la bufanda ha aparecido.

Así lo ha anunciado la noche del martes un familiar de Aurora en sus redes sociales: «La verdad sea dicha, no me esperaba tanta solidaridad humana, muchísimas gracias a todos los que nos habéis ayudado de una forma u otra, de verdad, de corazón, gracias a una grandísima persona».

Desde entonces una explosión de alegría ha inundado las mismas redes que han colaborado para que la bufanda llegue a las mismas manos que la perdieron el sábado por la noche en las inmediaciones del estadio Benito Villamarín. «La había recogido un bético encantador, buena persona no, lo siguiente», contaba anoche Aurora, «no ha parado hasta poder contactar conmigo».

«Mil gracias a todos vuestro apoyo, sin vosotros no hubiera podido conseguir mi sueño, algo que veía imposible», continuaba, «esta experiencia, que ha sido a la vez amarga y gratificante, me ha servido para seguir creyendo en las personas, para saber que seguimos siendo seres excepcionales». Un final feliz para una historia que ha conmovido a miles de personas.