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La Duquesa de Alba deja un legado a sus espaldas de solidaridad y atención a los más necesitados. Esta singular mujer no ha dejado de lado la disposición por echar una mano a entidades solidarias aprovechando su posición y su poder de convocatoria para eventos benéficos, tanto para asociaciones sociales como culturales, campo en el que siempre estuvo volcada.

Precisamente su pasión por la cultura le hizo conocer a importantes personajes de la moda, la pintura o el cine. En 1959 convenció nada menos que al diseñador Christian Dior para realizar un desfile en el Palacio de Liria en Madrid. El motivo era recaudar fondos para las escuelas salesianas.

Su impulso por la caridad quedó reflejado en su primera boda. El banquete que celebró su enlace con Luis Martínez de Irujo estuvo lleno de esplendor y en él no faltó de nada. Pero la joven novia, con 21 años, quiso que se celebrara previamente una comida para más de 1.000 personas sin recursos a través de la Hermandad del Gran Poder, así como el duque de Alba entregó una generosa cuantía al Ayuntamiento de Sevilla para que se repartiera entre los necesitados, según informaba el periódico ABC en la crónica del evento.

En Sevilla Cayetana Fitz-James Stuart ha sido una incondicional del rastrillo solidario de Nuevo Futuro, donde se ha dejado ver aún cuando su avanzada edad ya le acarreaba problemas de salud. Los años no eran problema para actos de Nuevo Futuro, así como para estar tras mesas peritorias de la Asociación Española Contra el Cáncer, a pie de calle, o en numerosos eventos de Cruz Roja, la Fundación Pequeño Deseo, ANDEX, Fundación Nuevo Mundo, la Asociación Española de Esclerosis Múltiple, entre otras muchas.

Cada una de las personalidades que se han pronunciado sobre la muerte de Cayetana y han expresado sus condolencias a los medios han resaltado su lado solidario. El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, ha indicado que no había «acto social, solidario o cultural que le solicitara una ONG y no tuviera la compresión, ayuda o aliento de Cayetana».