La Obra Social «la Caixa» destina casi 200.000 euros a ocho proyectos contra la pobreza y la exclusión
Los parabienes estaban ayer más que justificados en la sede de «la Caixa» de la calle Sierpes, donde se firmaban ocho convenios de colaboración con otras tantas entidades que gestionan proyectos para paliar situaciones de pobreza, de exclusión y de creación de viviendas temporales para acogimiento, que, en total, benefician directamente a más de 1.700 personas.
El reconocimiento se materializaba en las palabras de Rafael Herrador, director territorial de CaixaBank en Andalucía Occidental, quien resaltaba la labor de estas entidades «en los tiempos difíciles y ahora que todavía no son fáciles». El agradecimiento partía de los representantes de las instituciones a las que la Obra Social de la entidad financiera ha destinado cerca de 200.000 euros, que, en sustancia se resumía en las palabras de Manuel Ángel Cano, sacerdote fundador de Afar, quien afirmó: «Nos habéis hecho un favor incalculable. La Obra Social es la única de todas las que nos ayudan que responde este año». A esta entidad, que acudió a la convocatoria de «Viviendas temporales de inclusión social» se le han concedido 28.000 euros. Su función es acoger a personas sin hogar, drogodependientes, alcohólicos, gente que les envían desde los hospitales, a las que acoge temporalmente, atiende, rehabilita y procura su incorporación social y la búsqueda de un alojamiento digno. En total, 557 personas se benefician de su labor. Con gracia, el fundador exclamó: «Ahora el espíritu santo se llama para mí Caixa».
La ayuda permite seguir mirando hacia adelante, «con esperanza», afirmó Encarnación Vega, de «Crecer con futuro», asociación que atiende a 412 personas, y que recibe 23.960 euros. Su trabajo está orientado a niños que viven en centros de acogida. Su proyecto, al igual que el resto, corresponde a la convocatoria de «Lucha contra la pobreza y la exclusión social», que ha concedido 23.400 euros a las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor, representadas por la hermana María Luisa Cotolí, directora del centro Al Alba, que da cobertura a 340 personas. Su proyecto de inserción ofrece atención a mujeres en riesgo o situación de prostitución y de trata con fines de explotación sexual, a las que facilita medios para su inserción social y laboral. Las Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad, por las que acudió Carmen Sánchez, reciben 24.000 euros para su casa de acogida «Damaris», que pertenece al programa Onna, que da también da espacio de acogida a mujeres y busca su promoción e inserción. La Familia Vicenciana, con su presidenta, sor Magdalena Herrera a la cabeza, obtiene 28.000 euros para su proyecto Miguel Mañara, con 567 beneficiarios, dirigido a los sin techo, en tres niveles: baja exigencia, centro de acogida y pisos de semi-autonomía.
Por la Asociación para la Reinserción Social Zaqueo, a la que se destinan 10.000 euros, acudió su presidente, Francisco Javier Yoldi, que quiso subrayar la «profesionalidad e independencia» de la Fundación. Su proyecto, «Equipaje para la libertad» tiene 32 beneficiarios directos y procura, con grupos terapéuticos, disminuir la reincidencia delictiva.
Su presidente, Gabriel Montoro, representó a la Asociación de Prevención y Atención al Drogodependiente, Liman, cuyo proyecto, que recibe 21.620 euros y tiene 60 beneficiarios directos, se dirige a familias en riesgo que acceden a aprendidaje de técnicas ecológicas en el huerto y reforzamiento de habilidades psicosociales para la búsqueda de empleo. «Save the Children», representado por su delegado, Javier Cuenca, recibe 36.000 euros en su trabajo de protección de niños de familias de pobreza severa y exclusión. Tiene 70 beneficiarios directos.