La importancia de la innovación andaluza en la lucha contra la pobreza

Ayuda en Acción pone en valor con ocasión del Día de Andalucía un proyecto llevado a cabo desde Andalucía en Bolivia para hacer más resiliente la producción de melocotoneros que también podrá ser aplicada al ámbito andaluz por el cambio climático

En vísperas de la celebración del Día de Andalucía, Ayuda en Acción reivindica y pone en valor la contribución que desde la comunidad autónoma se hace en la lucha contra la pobreza en todo el mundo. La ONG, que este año cumple 40 años de historia, destaca en torno a este día el impulso de la innovación científica desde el trabajo en red con instituciones y organizaciones autonómicas y nacionales.

Gracias a proyectos como el que Ayuda en Acción lleva a cabo con el Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea (IHSM-UMA-CSIC) «La Mayora» en la zona alto andina de Bolivia, se está consiguiendo desarrollar una investigación internacional al tiempo que se mejoran las condiciones de vida de una de las zonas más pobres de Latinoamérica. El proyecto, financiado por la Agencia Andaluza de Cooperación al Desarrollo, es un claro ejemplo de la oportunidad que suponen las alianzas entre actores científicos y ONGD en aspectos clave a nivel global como la lucha contra el cambio climático y la pobreza.

El trabajo que se está desarrollando actualmente se centra en la transferencia de conocimiento y la dotación tecnológica a través de la instalación de instrumentos de registro de datos ambientales para optimizar el manejo de cultivos, un dispositivo tecnológico innovador para Bolivia muy asentado ya en la agricultura andaluza. Esta tecnología contribuirá a mejorar las condiciones de vida en esta zona, muy castigada por la pobreza. Se recogerán datos sobre temperatura, humedad, variabilidad climática, etc. de las plantaciones de durazno. Además, se introducirán nuevas variedades de durazno y otros frutales más resilientes a las heladas y las temperaturas extremas, realizando capacitaciones técnicas en las comunidades, que podrán tomar decisiones para sortear heladas y sequías extremas y mejorar así la producción y productividad en las plantaciones.

La segunda fase del proyecto además de dotar a las comunidades de secadoras solares eficientes para el durazno, contempla el diseño y ejecución de una aplicación online para que las familias productoras en esta zona de Bolivia tengan acceso a información durante crisis sanitarias o climáticas para el abastecimiento de alimentos.

Cotagaita, un enclave castigado por la COVID

Bolivia es uno de los países más vulnerables a los efectos del cambio climático por efecto de la interacción entre el fenómeno El Niño y La Niña, que alternan periodos de sequías con fuertes precipitaciones, granizadas y heladas. Esta situación se une a la vulnerabilidad en la que viven algunas de sus comunidades. En Cotagaita, zona en la que se desarrolla el proyecto de Ayuda en Acción y el IHSM La Mayora, el 80,4% de la población está en situación de pobreza (de ellos, un 60% está en extrema pobreza).

La inseguridad alimentaria es su principal problema, muy ligado a la salud y a la desnutrición infantil, que sufre el 15% de los niños y niñas menores de cinco años. Todo ello hace que la migración hacia las ciudades sea una solución elegida por muchas familias, principalmente hombres. En promedio el 60% de los hogares en Cotagaita son monomaritales con gran sobrecarga de trabajo para la mujer.

La COVID-19 ha agudizado la situación de la agricultura familiar campesina ya que en muchos casos no pueden acceder a los insumos de producción y venta, debido principalmente a los distintos confinamientos. Esto se une a la falta de información de la población y de adaptabilidad institucional para prever y actuar con medidas de contingencia

Andalucía, puntera en la ciencia e innovación agrícola

La producción de árboles frutales en Andalucía es de las más importantes en España y copa los índices de exportación nacional anual. En frutales subtropicales, las regiones de la Axarquía y la Costa Tropical, gracias a su clima único, albergan una producción exclusiva en toda Europa de chirimoya, mango o aguacate. La producción de durazno supone una media anual del 40% de la producción total de frutales andaluza, producida principalmente en la provincia de Sevilla.

En el ámbito del manejo de frutales, el IHSM La Mayora cuenta con amplia experiencia que, gracias a este proyecto de cooperación al desarrollo, servirá para mejorar las condiciones de vida de la población de Cotagaita. Al mismo tiempo, desarrolla investigaciones científicas sobre la producción de distintos frutales expuesta a condiciones meteorológicas extremas, que también podrá ser aplicada al ámbito andaluz en un contexto de cambio climático.

Los cultivos frutales leñosos como el durazno presentan ciertas ventajas en una producción sostenible puesto que pueden ser productivos durante muchos años sin necesidad de obtener nuevas semillas cada año. La fruta de durazno presenta buenas cualidades nutritivas por lo que son una buena alternativa para la seguridad alimentaria. Además, proporcionan otros usos complementarios a la alimentación (leña, sombra para otras especies cultivadas, prevención de erosión…). Pueden ser consumidos y comercializados localmente, evitando así la dependencia de la volatilidad de mercados exteriores.

El proyecto se está desarrollando actualmente en 10 parcelas de organizaciones de pequeños productores de Cotagaita y sus resultados serán sistematizados y divulgados para su réplica a mayor escala entre agentes andaluces de la cooperación internacional.

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