En la tarde de ayer, en plena jornada decisiva del fútbol español, una imagen corría como pólvora en las redes. La de Alfred Ndiaye, jugador del Betis, llevando en brazos a un niño tras desplomarse una valla en el estadio del Osasuna. El peso de los aficionados celebrando el primer gol había hecho ceder el elemento de seguridad cayendo varios de ellos al césped. Se trata de un gesto tan humano como socorrer a personas que lo necesitan pero que contrasta en un deporte donde, por desgracia, se habla con frecuencia del racismo y la violencia.

Al final el #futbol es sólo un deporte, lo que vale es los personas. GRACIAS #NDIAYE POR RECORDÁRNOSLO pic.twitter.com/GX3DAJHbJC

— Jonatan Vicente (@Jonatan_VM) Mayo 18, 2014

La imagen de N'Diaye va dedicada a la señora que insultaba a Koné hoy. ¿Habrá pensado que ése podía ser su hijo? pic.twitter.com/QAQcvWKtuK

— LaLigaenDirecto (@LaLigaenDirecto) Mayo 18, 2014

El ejemplo solidario del jugador senegalés se difundió pronto por Twitter y se ha hecho eco de él la prensa nacional e  internacional. Lo cierto es que tanto él como sus compañeros béticos y jugadores del Osasuna no dudaron en correr hacia los accidentados cuando ni siquiera el resto de los asistentes en el estadio sabía qué estaba ocurriendo exactamente.

Los jugadores ayudaron a evacuar a los afectados, entre ellos varios niños. Gracias a las cámaras de Canal +, se pudo observar varios de ellos, como Ndiaye o Salva Sevilla, ayudando a retirar a los heridos junto con los efectivos de Cruz Roja, y a José María Montiel, técnico sanitario de los verdiblancos, atendiéndolos rápidamente.

Según informan desde el club bético, N'Diaye ha hablado esta mañana con el padre del niño al que ayudó  ayer para interesarse por su estado. «El chico se encuentra bien», informan a través de un tuit. Un total de 31 personas resultaron heridas en el accidente y atendidas en el Servicio de Urgencias del Complejo Hospitalario de Navarra (CHN). De ellos solo una permanece en observación en la mañana del lunes.