La historia solidaria tras el abuelo que se pasea por Sevilla con una ducha portátil

Paco Tutor se dejó ver entre los aficionados de la final de la Europa League, todo por llamar la atención para la investigación de la hipertensión pulmonar que afecta a su nieta

De cuando en cuando Paco Tutor, de Cantillana, da que hablar. Esta vez se ha dejado ver por las calles de Sevilla con ocasión de la final de la Europa League entre los aficionados del Eintracht y el Rangers, con una ducha portátil con la que se «moja» por todos los enfermos con hipertensión pulmonar, en especial, por su nieta Alexandra de 6 años.

A veces le llaman loco pero lleva más de cuatro años aprovechando los meses de calor para dejarse ver por zonas concurridas de Sevilla o de otras ciudades, o en eventos multitudinarios como el partido de clasificación del mundial de fútbol en el Estadio de la Cartuja. «La televisión mexicana me hizo un reportaje en directo», cuenta a Sevilla Solidaria. Tiene fotos con artistas, periodistas y futbolistas mojándose con su ducha como Antoñito o Pepe da Rosa. «Este miércoles tienes que ver a los escoceses en la Alameda pidiéndome poder ducharse», explica divertido.

Detrás de la sonrisa de Paco, hay una historia de lucha. A los 26 días de nacer, a su nieta Alexandra le diagnosticaron hipertensión pulmonar y le dieron apenas 9 o 10 años de vida. Se trata de una enfermedad rara, grave, progresiva, crónica y de manejo complicado que se caracteriza por la alta presión arterial que afecta a los vasos sanguíneos que transportan la sangre del corazón a los pulmones. «Es como si las arterias fueran una tubería atascada», ejemplifica Paco.

Hoy esta familia se aferra a los avances en la medicina y a un posible trasplante de pulmón. Alexandra lleva siempre una bomba subcutánea con una medicación constante. Pero, sobre todo, luchan por impulsar la investigación a través del Proyecto Empathy y la Fundación Contra la Hipertensión Muscular. Para lo que Paco incluye en el cartel que siempre muestra la opción de donar por Bizum en el número 02276.

No solo busca la visualización a través de esta original iniciativa, sino que también la familia ha organizado conciertos, festivales y partidos de fútbol para conseguir la cantidad necesaria para la investigación. Incluso consiguieron que instalaran un desfibrilador en el colegio de la pequeña, donde sus compañeros la tratan como una más. Todo para que Alexandra consiga una cura.

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