Esta mañana, cincuenta directivos de la empresa BIC se han reunido en Sevilla para dedicar su tiempo y energía a contribuir al desarrollo de proyectos educativos. En concreto, veinte profesionales de BIC participaron en actividades artísticas organizadas por la Fundación Alalá, donde también contribuyeron con una donación financiera.

En paralelo, otros treinta directivos de la compañía acudieron al Colegio Ángel Riviere, una escuela para alumnos con trastorno del espectro autista, para la instalación de una importante señalización para la comunidad autista, la plantación de un jardín y la organización de varios juegos, además de destinar recursos financieros al centro educativo.

Gonzalve Bich, consejero delegado de BIC, explicó que “creemos que invertir en educación es invertir en el futuro. Como empresa profundamente arraigada en los valores de la comunidad, estamos comprometidos a apoyar iniciativas educativas en Sevilla que eleven e inspiren a los niños a desarrollar su potenciar”.

Desde sus inicios, la empresa de bolígrafos ha apostado por fomentar la educación con diferentes proyectos. “Más que un derecho humano, es la piedra angular de todo desarrollo personal y social. Creemos que la educación es crucial para el desarrollo del libre albedrío y la independencia, la confianza en la autoexpresión creativa y, al más alto nivel, proporciona oportunidades para combatir la pobreza”, explica la empresa.

En 2018, BIC se trazó el objetivo de comprometerse a mejorar las condiciones de aprendizaje de 250 millones de niños en todo el mundo hasta 2025 a través de diferentes proyectos. A finales de 2023, la compañía ya había ayudado a cerca de 200 millones de niños en todo el mundo.