Correr sin ver ni oír. Mañana tendrá lugar Carrera Nocturna del Guadalquivir, en el que participarán cinco personas sordas y ciegas del Centro Santa Ángela de la Cruz de APASCIDE. Estos corredores contarán con el apoyo imprescindible de sus mediadores y voluntarios, muchos de ellos trabajadores de la tienda de Decathlon de San Juan de Aznalfarache.

APASCIDE sostiene que el objetivo de hacer hueco a personas con discapacidad en la carrera es porque “creemos que conseguir que las personas con sordoceguera disfruten, pese a las dificultades, de un evento popular como es esta carrera es un paso más hacia el objetivo de lograr que lleven una vida digna, formen parte de la sociedad y sean felices”.

La asociación también explica que esta iniciativa es “una manera de sensibilizar a la sociedad de una realidad que en muchas ocasiones pasa desapercibida, al tiempo que fomentamos la Responsabilidad Social Corporativa gracias al voluntariado”.

Se trata de la primera vez que personas con discapacidad participan en la carrera tras la pandemia. “Este viernes nuevamente se calzarán sus zapatillas y, sin ver ni oír el bullicio que les rodea pero sintiendo el calor humano, volverán nuevamente a correr los 8,5 kilómetros de prueba utilizando las barras direccionales Mariam”, explica la asociación.

La barra direccional, es el medio de movilidad esencial para deportistas ciegos y con diversidad funcional visual, que nace en el CRE "Antonio Vicente Mosquete", siendo los padres de este invento el carpintero y el médico de ese Centro de la ONCE, Juan Antonio Carrascosa.

La edición número 35 de la Carrera Nocturna del Guadalquivir tendrá lugar mañana 29 de septiembre y se espera que congregue a más de 23.000 corredores. Como en las anteriores ediciones, tanto la línea de salida como de meta se establecerá en la Glorieta de Buenos Aires del Paseo de las Delicias. La inscripción, abierta hasta mañana, es de 5,50 euros la general y de 3 euros para personas con minusvalía igual o superior al 33%.