IMPULSA, una manera de cambiar vidas
El 23 de octubre es una fecha señalada para Save The Children, Día Mundial de Acción para la Supervivencia Infantil. El objetivo es evitar la mortalidad en niños sobre causas que se pueden prevenir en países en situación de desarrollo. Para ello, se deben mejorar aspectos básicos en la vida de los niños que sirvan para prevenir situaciones de pobreza.
Cuando hablamos de pobreza lo primero que una persona puede pensar es en los países en desarrollo, muy pocos se imaginan que existen niños que vivan en situaciones de pobreza en nuestro país. Los destinatarios de las acciones de la entidad son los niños y sus familias con escasos recursos socioeconómicos. A través de los trabajadores sociales les facilitan información y asesoramiento sobre las ayudas económicas según su situación y cómo solicitarlas.
Isabel Arrebola, coordinadora del programa IMPULSA de Save The Children en Andalucía asegura que «desde el programa actuamos ante la vulneración de derechos, reforzamos las estructuras desde la institucionalidad y nos encargamos de fortalecer a la sociedad a través de la sensibilización».
En Andalucía, las vulneraciones de derechos de los niños principalmente se dan por situaciones de pobreza, violencia o por procesos migratorios. Para que un niño tenga una vida digna, debe funcionar el eje que le rodea, la familia. En la comunidad autónoma un 15% de la infancia andaluza está en una situación de pobreza severa. Esto significa que 210.253 niños no tienen, no llegan y no pueden cubrir sus necesidades más básicas. Las familias con las que trabaja Save The Children a través de sus programas en Sevilla que se suelen encontrar en situaciones de vulnerabilidad son hogares con bajo nivel de estudios, con una renta media de 726 euros mensuales, familias monoparentales, en situación de desempleo. También, en familias migrantes, ya que Andalucía es una puerta de acceso de familias que llegan buscando una vida mejor.
En Sevilla cuentan con colaboración público-privada. Gracias a ello, pueden actuar en distintos puntos de la ciudad y ejercen la actividad en centros cedidos como pueden ser centros cívicos o educativos. Trabajan de manera coordinada con los servicios sociales y centros educativos como puerta de acceso de los niños y sus familias a la entidad. Cuando hay una familia en situación de pobreza o riesgo de exclusión se deriva desde los servicios sociales, sus equipos se sientan con esa familia y les realizan un diagnóstico de vulnerabilidad, y hay familias que necesita apoyo en lo educativo u otras en lo económico.
El programa IMPULSA quiere transformar la vida de los niños, las familias y del propio barrio. Es un programa transformador donde trabajan con profesionales en todos los ámbitos que afectan a la vida del niño. En la ciudad hispalense trabajan con unos 1.000 niños en situación de vulnerabilidad. Desde aquí se centran en una serie de áreas dirigidas a mejorar la situación de los niños y las familias. «Save The Childen pone al niño en el centro, poniendo el foco en aquellos niños en situación de vulnerabilidad, en función del caso se les facilita un recurso u otro. Para las familias que necesitan salir de la situación de pobreza se les ayuda con temas de inserción laboral, para las familias que tienen dificultades en materia de salud mental se les ofrece atención psicológica, acceso a programas educativos para mejorar el aprendizaje, actividades extraescolares o facilitarles charlas con especialistas en nutrición para garantizar una rutina alimentaria a los niños» cuenta Isabel.
En la lucha contra la pobreza infantil ofrecen apoyo educativo en la etapa de 0-18 años. En la mayoría de los barrios ofrecen en horario extraescolar la posibilidad de que los niños vayan a la actividad socioeducativa, creen que es igual de importante que coman, que jueguen y que tengan un acceso a la educación. Consideran que es de gran importancia la participación infantil en contextos de ocio, que la opinión de un niño sea tenía en cuenta es un derecho fundamental. «Desde el programa tenemos como eje principal la educación, ya que es la única vía que permite que los niños y niñas puedan tener oportunidades presentes y futuras. En nuestros puntos de actuación pueden mejorar sus relaciones, aprenden a no tratarse con violencia, valores, normas de convivencia o fomentando hábitos de vida saludable y de higiene. Por otro lado, también ofrecemos apoyo psicológico tanto a niños como a las familias» detalla Isabel.
Con eventos como ‘Malabares’ celebrado el pasado 13 de octubre, quieren visibilizar que en Sevilla también existe pobreza infantil y crear conciencia en la sociedad para que entre todos se logre que las instituciones tomen en cuenta este problema, como bien señala Isabel «si la administración va a elaborar unos presupuestos tiene que tener en cuenta una mirada de infancia, esa es nuestra misión».