El Proyecto Fraternitas, la obra conjunta de las hermandades sevillanas en la Cuaresma más solidaria
El joven Portillo, hermano de Santa Genoveva, abre la cancela de la parroquia de Jesús Obrero en el Polígono Sur a las cinco y cuarto de la tarde, como cada jueves. Mujeres que esperan pacientes con un carro de la compra entran al patio con el orden en la que las han citado. Se dirigen al pie de las escaleras de la iglesia, donde tres mesas están dispuestas con bolsas de alimentos, tanto perecederos como frescos, y productos de aseo y limpieza. Voluntarias, como Marta de Montserrat y Lola de la agrupación Fe y Esperanza, ya están preparadas para entregarlas.
La operación se irá repitiendo hasta las seis y media, mientras de forma constante van llegando los beneficiarios, la mayoría mujeres, muchas de ellas con hijos pequeños acompañándolas. «A mi alrededor hay mucha gente que lo necesita», advierte a ABC de Sevilla una de las beneficiarias, «yo he tenido esta necesidad por culpa del Covid». Una señora mayor a su lado, sin embargo, confiesa que su situación viene de antes: «tengo un hijo parado y no teníamos para comer»
Mientras, voluntarios van y vienen con carros de la compra llenos de bolsas desde el almacén al patio. También don Andrés, el párroco. Procurarles alimentos es una de las acciones del Proyecto Fraternitas, obra social conjunta de las hermandades sevillanas. «Atendemos a 210 familias del barrio», cuenta Fran Domínguez, diputado de caridad de Montserrat. Pero durante los meses más duros de la pandemia llegaron a atender a 756 familias. «Nunca hubiera imaginado que fuéramos capaces de abarcar tanto», confiesa, «pero cuando hemos pedido colaboración, las empresas y entidades nos han dado mucho más».
Esta obra social del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla nació hace 13 años para atender a familias sin recursos del Polígono Sur. La enorme crisis provocada por la pandemia los ha hecho multiplicarse de forma desmedida. En la actualidad también reparten a conventos, comedores sociales y asociaciones. «A mi me impresionó especialmente la situación en El Vacie», recuerda Fran. Han llegado a repartir en el asentamiento desde el inicio del confinamiento hasta septiembre 70 toneladas de alimentos, y lo siguen haciendo. «También fue bonito los regalos que conseguimos para los Reyes Magos, juguetes nuevos para 117 niños de Las Tres Mil Viviendas», añade.

Trabajo constante en el Proyecto Fraternitas
Fran dedica todo el tiempo del que dispone para gestionar esta obra social, además de la de su propia hermandad. Cargar furgonetas, hablar con las entidades, organizar el almacenaje de los productos, atender a los beneficiarios, organizar turnos de los voluntarios... Las historias vividas son innumerables. Como aquella vez que su hija se quitó las zapatillas de deporte que estrenaba para dárselas a un niño descalzo en El Vacie. Fran ni mucho menos está solo. La diputada de caridad de San Isidoro, Reyes López, también se levanta cada día pensando qué tarea hay en el Proyecto Fraternitas. Completan el grupo a la cabeza Hugo Gentil, director del proyecto; Pedro Alanzabes, responsable de comunicación; y todos los voluntarios que se van turnando para colaborar, también de la propia parroquia Jesús Obrero.

«Durante el confinamiento tampoco se dejó de colaborar, incluso llevamos debidamente protegidos alimentos a familias con Covid que no podían salir de sus casas», añade Reyes, «y repartimos más de 50.000 mascarillas en residencias de ancianos, guarderías, centros de salud o a policías». No han dejado de ayudar tampoco a entidades del barrio, como a las actividades socioculturales de Cotarro, a la Guardería La Providencia, al proyecto Maparra o a la Fundación Don Bosco.
El futuro cercano no parece indicar que la necesidad vaya a remitir, pero Fran se centra en que todo este trabajo les ha ayudado a mejorar en el Proyecto Fraternitas: «tenemos más profesionalidad y contactos, estamos más organizados y exigimos a los usuarios requisitos más acertados». Sueña, eso sí, con «una buena base de datos de beneficiarios que compartamos todas las hermandades, para ser más efectivos y eficientes».
Campaña de apoyo
Hugo Gentil, director del Proyecto Fraternitas, tiene claro que «si las cofradías aúnan sus posibilidades, es la fuerza viva más potente que hay en Sevilla con diferencia». Teniendo en cuenta que ayudar «no es sólo dar dinero, también generar ideas y proyectos diferentes que den una solución global a la persona beneficiarias, más allá de sus necesidades básicas».
Sí, esta Cuaresma tiene una protagonista indiscutible: la solidaridad. Para fomentarlo CaixaBank, entre otras iniciativas conjuntas con el Consejo General de Hermandades y Cofradías, ha lanzado una acción benéfica para apoyar al Proyecto Fraternitas. «Es interesantísimo», añade Gentil, «porque ellos donarán la misma cantidad que se recaude en la campaña». Las donaciones se pueden realizar por bizum al 00345 a través de la app de de imagin así como realizar donativos a través la web corporativa de la entidad. «Las sillas de La Campana la hemos sustituido este año por voluntarios, por personas dispuestas a ayudar», reflexiona Fran.