El pádel sin barreras y como vía de unión para personas con daño cerebral adquirido

Pádel Integra ofrece un innovador programa formativo a usuarios de DACE con miras a la inclusión laboral

El deporte siempre fue para Julio Barrios una parte fundamental en su vida. Jugaba al fútbol y al voleibol, practicaba karate y participaba en competiciones de atletismo. Hasta que en 2004, cuando solo tenía 18 años, llegó el daño cerebral adquirido (DCA). Por la misma razón la natación tuvo que parar para Laura Sánchez en 2008. Y lo mismo le ocurrió a Victoria, que jugaba al baloncesto con el equipo de Las Esclavas.

Pero, sin embargo, el deporte no ha acabado para ellos. Veinte usuarios de la asociación DACE acuden cada lunes al Club Santé, en Sevilla Este, con la Asociación Pádel Integra para un pionero programa denominado «Aquí jugamos todos».

«No tengo coordinación, ni equilibrio, me cuesta mucho, pero me parece muy divertido», explica Julio, «ya solo levantarme por la mañana los lunes me anima para toda la semana». A veces, los compañeros desayunan juntos en la cafetería antes de la clase. Algunos llegan de forma autónoma desde sus casas y otro mediante una furgoneta desde la sede de DACE. La piña entre todos es evidente y la ilusión también. «Los compañeros saben por qué lado tengo menos visión lateral y me cambian el sitio si es necesario», explica Laura. En cada ejercicio en las clases prácticas, se animan y se desean lo mejor. Porque no se trata de competir entre ellos en esta ocasión, si no de superarse a sí mismos cada día. Algo que se aprecia cada semana.

Lo más innovador de este programa es su perspectiva profesional. Con el apoyo de la Fundación «la Caixa» y en colaboración con el Club Santé, Pádel Integra ofrece con esta iniciativa formación teórica y práctica con el objetivo de buscar la capacitación profesional con miras a la inserción laboral de deportistas con daño cerebral adquirido.

«Nosotros llevamos colaborando varios años con DACE, desde que les propusimos su participación en un programa deportivo que desarrollamos para Ford España», explica Andrés Mompín, director de Pádel Integra, «este colectivo tiene dificultades para encontrar su sitio en el mundo del deporte adaptado. Son personas que han sufrido un accidente y el proceso de adaptación es más complejo pues combinan limitaciones físicas con algunas intelectuales pero que no les impiden percibir la realidad de lo que les rodea».
Fue la estrecha relación que se creó con los alumnos lo que les llevó a nuevos caminos formativos, y que dio lugar a «Aquí jugamos todos» gracias al apoyo necesario de la Fundación la Caixa en su convocatoria territorial del 2021. «La propuesta es atrevida porque creemos y apostamos por ellos. Pretende formar al alumno con DCA en materias como historia y clasificaciones del deporte adaptado, la mujer y el deporte, lenguaje inclusivo.… además de aprender las técnicas y tácticas deportivas del pádel adaptado.»

Laura, por ejemplo, antes del daño cerebral, con apenas 12 años, pensaba en estudiar una carrera en el futuro. «Quizás algo de idiomas». Ahora lo ve todo distinto «porque la memoria me falla». Pero tanto a ella como a los demás los profesores no le hacen perder la esperanza. «¿Y si necesitan una persona como vosotros, para ayudar a personas con discapacidad?», les aporta en clase Javier Rodríguez, de Pádel Integra.

«El principal objetivo es empoderar al participante como especialista en deporte adaptado y sobre todo, convencerles de lo que son capaces de hacer. Ellos mismos serán los transmisores del mensaje a la comunidad, ya sea en ámbitos deportivos de centros educativos, universidades, colegios o foros y eso les impulsará sin duda en su trayectoria», indica Mompín a su vez.

El deporte adaptado, más vivo que nunca

El programa cuenta con un conjunto multidisciplinar de profesionales formados específicamente tanto en Pádel Integra como en DACE, así como otro grupo de voluntarios. Y es que la labor de estos últimos también es fundamental. Tanto para este programa como para todos los que desarrolla Pádel Integra. Carlos Gómez es uno de los voluntarios habituales. Aficionado al pádel, comenzó a ayudar hace 4 años, cuando su prejubilación y desde entonces no ha parado. «Te llena mucho, y aunque los monitores son la pieza imprescindible, nosotros estamos ahí para ayudarles en todos los niveles de su daño».

Pádel Integra cuenta con unas Escuelas de pádel adaptado en la que da oportunidades a más de 200 chicos, así como gestionan las Escuelas deportivas de la Fundación Emilio Sánchez Vicario en Sevilla en otro programa. Además, colaboran con la Federación Andaluza de Pádel y con la Federación Andaluza de deportes para personas con discapacidad intelectual (FANDDI) en la promoción y fomento del deporte inclusivo con el desarrollo de diversos cursos y competiciones. «Pero aún son muchas las solicitudes que tenemos para cubrir la demanda. Nos queda mucho trabajo por hacer todavía. Eso es bueno porque sabemos que el deporte adaptado está muy vivo, más que nunca», explica Andrés Mompín. Por lo pronto, ya sueñan con ampliar las plazas para «Así jugamos todos».

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