El arte se convierte en herramienta de diálogo social durante la Noche en Blanco de la Galería
La Noche en Blanco del pasado viernes se convirtió en un punto de encuentro para aunar arte y servicio social. Ese fue el propósito de la actividad que se realizó en La Galería donde, de la mano de Fundación Alalá y Reale Seguros, participaron los artistas María Ortega y Luis Márquez en una jornada cuyo objetivo fue activar la cultura y generar un impacto positivo en la sociedad. De la mano de niños que participan en los proyectos de Alalá en el Polígono Sur, la finalidad del taller fue indagar sobre el mundo del flamenco a través de las artes plásticas.
«Fue una actividad muy bonita, porque aportar el conocimiento que uno tiene para que los niños interactúen y se acerquen a la cultura, el dibujo y el arte es muy gratificante», comenta el pintor Luis Márquez.
Sobre la relación del arte y el diálogo social se ha basado prácticamente toda la trayectoria de la artista María Ortega. Licenciada en Bellas Artes y con un máster en Arteterapia, la artista vinculó por primera vez su trabajo con el área social en 2008 cuando realizó un proyecto en los campos de refugiados del Pueblo Saharaui. «Aquel viaje fue un punto de inflexión en mi carrera, me di cuenta de que necesitaba trabajar en la calle y que mi obra tuviera un tinte social», explica Ortega.
Desde entonces la artista se especializó en pintura mural, siempre trabajando con colectivos vulnerables y realizando murales comunitarios en diversos contextos como el ámbito hospitalario, centros penitenciarios, centros de menores o barriadas periféricas.
En el Polígono Sur, Ortega y Márquez trabajan de la mano de Fundación Alalá. «El trabajo que estoy desarrollando en el barrio es un taller de artes plásticas donde principalmente trabajamos la autoestima, que en este colectivo es muy necesario», sostiene la artista. «Es muy bonito ver cómo apuestan por este tipo de integración», coincide Márquez.
«Suelen ser niños con una tolerancia muy baja a la frustración, y está demostrado que el arte les empodera y sirve como una herramienta de comunicación», añade Ortega. Ortega no trabaja con objetivos ni técnicas concretas. «Quiero que estén orgullosos de lo que han hecho», expone. Por ello, la artista también ha impulsado exposiciones sobre estas creaciones en galerías de Sevilla, con el objetivo de «salir del barrio, eliminar esa etiqueta del Polígono Sur y que los niños también sepan que forman parte de la ciudad».
Precisamente una de esas actividades fue la que se realizó el pasado viernes en La Galería, donde además de componer un collage de la mano de María Ortega y Luis Márquez, los niños de Fundación Alalá también ofrecieron un pequeño espectáculo de flamenco.
«Los niños son más libres a la hora de acercarse al arte, porque su forma de interpretar las cosas está libre de condicionantes y por eso son capaces de tener esa libertad», afirma Luis Márquez.
El artista también lleva años colaborando con Fundación Alalá y Reale Seguros dando clases a niños con el objetivo de convertir el arte en una herramienta de diálogo social. Natural de Jerez y nacido en el seno de una familia gitana y artista, la pintura de Márquez es fundamentalmente jerezana y costumbrista, donde plasma las vivencias y personajes del barrio que le vio nacer: Santiago.