Doce meses, doce emociones del voluntariado
El pasado febrero, la Fundación Banco de Alimentos de Sevilla lanzó su campaña ‘12 meses, 12 emociones para hacer voluntariado’, que tiene como objetivo principal promover la participación ciudadana en las diversas actividades de voluntariado que organiza la entidad durante el año. En concreto, la fundación busca destacar los beneficios personales y sociales del voluntariado, así como informar sobre los diversos tipos de actividades en las que se puede colaborar. Todo ello a través de las experiencias e historias de doce personas voluntarias que comparten las emociones que viven y las tareas que desempeñan dentro de la fundación.
Esta es una de las primeras acciones que ha llevado a cabo Leopoldo Parias, que se incorporó como presidente del Banco de Alimentos de Sevilla el pasado septiembre. «Conocía bien la entidad, la labor que hace tiene muchísimo mérito, y tenía cierta obligación moral de dedicar tiempo a los demás después de 31 años de actividad profesional en los que he recibido mucho de la sociedad y del entorno empresarial», explica.
Después de un tiempo conociendo el Banco de Alimentos de Sevilla y unos primeros meses «muy intensos» e informándose del contexto en el que se encuentra la entidad, Parias ha trazado cuatro líneas de actuación para los próximos años.
El primer eje de actuación es mejorar la captación de recursos después de que el año pasado la entidad perdiera el acceso al Fondo Europeo de Ayuda a las Personas Más Desfavorecidas (FEAD), que suponía cerca del 30% de sus recursos. «Esto ha tenido un gran impacto y ha habido que replantear muchas cosas», confiesa Parias. Sumando esta situación a una cierta tendencia a la disminución de la recaudación, el Banco de Alimentos de Sevilla ha tenido que reinventarse y dotarse de mayores recursos para la captación de alimentos. Con el objetivo de alcanzar un volumen recurrente de ingresos para llevar a cabo su actividad de forma estable, la entidad ha fortalecido su equipo incorporando a personas que «nos ayuden a llegar a empresas productoras de alimentos así como otras compañías que nos puedan aportar dotación económica y grandes colectivos, como clubes sociales o colegios profesionales», explica el presidente de la entidad.
Parias recalca la importancia de asegurar unos ingresos recurrentes para la entidad, ya que las dos campañas anuales de recogida que el Banco de Alimentos pone en marcha únicamente suponen alrededor del 15% de las aportaciones.
El segundo eje de actuación de la estrategia que ha trazado Parias es la relación del Banco de Alimentos con las entidades, que «son nuestro principal cliente, y hay que poner en marcha una propuesta de valor para ellos». En concreto, la entidad trabaja en tener el mayor conocimiento posible de las entidades con las que trabaja, que asciende a 199 entre Sevilla capital y provincia, y los beneficiarios a los que atienden. «Queremos conocer su realidad, problemas e inquietudes porque con un conocimiento posible de lo que necesitan, podemos definir mejor la manera de trabajar», sostiene Parias. El Banco de Alimentos también le pide a esos colaboradores que conozcan bien el perfil de las personas beneficiarias, que asciende a 30.000 personas, para que los alimentos lleguen de verdad a quienes más lo necesitan.
Asociado con este trabajo con las entidades colaboradoras, el tercer foco de trabajo del Banco de Alimentos es potenciar la inserción laboral de las personas que reciben las ayudas. «Se trata de que no se conviertan en dependientes de esos alimentos, sino que puedan salir de esa situación de exclusión en la que se encuentran», define Parias. Para ello, la entidad cuenta con un equipo que da formación y diferentes cursos, como ayudantes de almacén, cocina o salas, a personas que están sin trabajo. «Nuestra intención es que esa formación tenga el mayor porcentaje de empleabilidad posible, para lo que también necesitamos financiación», añade el presidente.
La cuarta clave de la nueva estrategia del Banco de Alimentos es precisamente el voluntariado. Actualmente, la entidad trabaja con 135 voluntarios estructurales y 15 personas en su equipo técnico. «El voluntariado es el motor del banco y sin ellos sería imposible desempeñar la labor que hacemos», sostiene Parias. Estos voluntarios trabajan en áreas como apoyo en eventos, labores de clasificación en el almacén y, por supuesto, la participación en las campañas de recogida, donde además se movilizan 5.000 voluntarios. En ese sentido, la campaña de ’12 meses, 12 emociones para hacer voluntariado’ «tiene el objetivo de contar cómo impacta la actividad de voluntariado en la sociedad a través de emociones como alegría, compromiso o agradecimiento», concluye Parias.