No hay discapacidades encima del escenario

Helliot Baeza, con un interesante currículum artístico, es uno de los intérpretes del espectáculo de danza que se estrena este viernes en el X Festival Internacional Escena Mobile. Helliot, al igual que dos de sus compañeros, tiene síndrome de Down.

Entre los siete profesionales de diferentes nacionalidades que ensayan día tras días el espectáculo de danza contemporánea “Where is down?” en la sede de Danza Mobile, tres bailarines tienen síndrome de Down, pero esta es una característica invisible en el escenario. Las ganas, el esfuerzo, la ilusión y el arte es común en todos los intérpretes. Y lo demostrarán este viernes en el Teatro Alameda a las 20.00, abriendo de esta forma la décima edición del Festival Internacional Escena Mobile.

«Son pasitos pequeños los que se dan y aún no hay muchas ayudas a este tipo de festivales, pero ha servido y sirve». Manuela Calleja Valderrama, de Yugsamas Movement Collective, está convencida de que el trabajo de Danza Mobile durante estos últimos veinte años ha permitido avanzar en la inclusión de la discapacidad en el mundo del arte, aunque aún quede camino por recorrer. El objetivo es claro: que no haya distinciones entre personas con o sin discapacidad

Cuatro bailarines del colectivo Yugsamas Movement Collective (Manuela Calleja, Anna Friedrich, Carla Morera y Yali Rivlin) se han desplazado a Sevilla para trabajar junto a otros tres de la Compañía Danza Mobile (los sevillanos Jaime García, José Manuel Muñoz y Helliot Baeza) en el espectáculo que presentarán este viernes en el festival. «Mi vida la tengo aquí, mi vida ahora son Manuela, Yali, Carla... esto no lo voy a olvidar nunca, lo guardo en mi corazón», asegura Helliot Baeza, uno de los componentes.

Este joven vive intensamente su trabajo artístico. Y “Where is down?” no es precisamente su primera vez sobre las tablas. Helliot, con 28 años, ya acumula tres premios que recibió en el Certamen Coreográfico de Tetuán en Madrid junto a la bailaora y coreógrafa de Danza Mobile Vanesa Aibar con la obra El Espejo. En enero viajó con parte de la compañía a Cardiff y colabora frecuentemente junto a otras compañeras de Danza Mobile con la compañía de José Galán.

Su recorrido en la danza contemporánea comenzó con once años cuando sus padres lo apuntaron a la Escuela de Danza Mobile. «Me gusta escuchar música y seguir el ritmo. Lo vi en la tele y le dije a mi madre que me gustaba ese baile y ella me apuntó», explica Helliot recordando sus inicios. Sus compañeros de la compañía de Danza Mobile no se quedan atrás y ya han demostrado su arte con el baile en diferentes espectáculos así como en otras ediciones de este festival.

Trabajo en común entre Yugsamas y Danza Mobile

«Esto es una pieza de arte, da igual si entre los intérpretes hay uno más alto o más bajo, si tiene síndrome de Down o no lo tiene, pero que se evalúe su trabajo», indica Manuela. Ella sabe de lo que habla. Hija de la directora de Danza Mobile, Esmeralda Valderrama, lleva desde los cinco años viviendo el trabajo que realiza esta asociación. Por eso, cuando Manuela fundó el colectivo Yugsamas Movement Collective en Salzburgo con otros siete compañeros de diversas nacionalidades, no dudó en proponerles realizar un trabajo con Danza Mobile.

«Where is down?» es el resultado de ese trabajo en común. «Nos llamaba mucho la atención el tema de las etiquetas. Las que tú te pones y las que te ponen los demás afecta al desarrollo de tu vida y tu personalidad, y qué etiqueta más clara que ser Síndrome de Down», indica Manuela. Ese es el eje de la obra, que se podrá ver a las 20,00 en el Teatro Alameda.

La Escuela de Danza Mobile

«La gente que conoces con Síndrome de Down con 40 años y los que conoces con 5, porque a Danza Mobile por la tarde vienen niños pequeñitos, no tienen que nada que ver. Si a ti desde pequeño te tratan como a cualquier otra persona vas a crecer y te vas a desarrollar como tú eres», explica Manuela, realzando la labor que Danza Mobile realiza con las personas con discapacidad, en especial a través de su proyecto más antiguo: la Escuela de Danza.

«Sí se ha avanzado pero todavía queda mucho. Hay que seguir demostrando a los programadores de los teatros que no es necesario hacer distinciones, y eso aún cuesta. Este festival lo hicimos para demostrar que hay compañías con personas con discapacidad muy buenas y profesionales que llevan mucho tiempo trabajando», indica Esmeralda Valderrama, directora artística del festival y directora de Danza Mobile.

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