Comunidad y familia para dejar la adicción

«Yo estaba mal. Me costó tomar la decisión de venir por la carga que implicaba. ¿Qué va a pasar en casa si no estoy?». Esta es una de las muchas preguntas que Quesiah Brito, usuaria de Proyecto Hombre, se hizo antes de dar el paso de acudir a la Fundación. Varios años después, la visión es otra. «Me ha cambiado la vida», confiesa.

Proyecto Hombre lleva más de treinta años trabajando con la misión de prestar una atención integral a personas y familias con problemas de adicciones, promoviendo su autonomía, desarrollo personal y su adecuada integración en la sociedad, así como la investigación y prevención de las drogodependencias y otras conductas adictivas.

La fundación cuenta con varios mecanismos para ayudar a los usuarios, desde su centro de tratamiento ambulatorio, centro de día de reinserción y talleres, comunidad terapéutica residencial o centro de día de comunidad abierta.

Cuando Quesiah llegó a Proyecto Hombre, el primer paso fue entrar en un grupo de valoración donde le ayudaron a estabilizar su situación y a dejar el consumo. Cuatro semanas después, pasó a formar parte del Grupo Dúo, un programa para personas que, además de un problema de adicción, también cuentan con un problema moderado de salud mental con diagnóstico psiquiátrico. Esta era la situación de Quesiah.

«Empecé a consumir cuando era joven y lo dejé después de casarme. Sin embargo, me diagnosticaron un trastorno depresivo, y cuando no tomo la medicación como es debido, tengo ese bajón en el que me acuerdo de cuando era joven y recurro otra vez a las sustancias, como si me medicara a través de ellas», explica. Dar el paso a acudir a Proyecto Hombre le cambió la vida, y en especial los programas en los que entró a formar parte.

«El Grupo Dúo me solucionó la vida, porque me dieron unas herramientas maravillosas para aprender a manejar mi ansiedad, me enseñaron técnicas para prevenir la recaída y recuperar mis habilidades sociales», comenta Quesiah. «Yo no sabía muy bien lo que me estaba pasando, porque entré en una espiral de la que es muy difícil salir. Al final he entendido que no hay una parte sin la otra, todo se trabaja conjuntamente y, cuando empiezas a entenderlo, puedes salir de ese agujero negro», sostiene.

Programas de Proyecto Hombre como el Grupo Dúo surgieron a partir de la experiencia de muchos años de trabajo. «Fuimos descubriendo que las personas con problemas de adicciones y salud mental tenían mucha dificultad para identificarse con el grupo, y desde que empezamos a separar, se atiende y se presta mucha atención a esa sintomatología», explica Mª Ángeles Fernández, directora general de Proyecto Hombre Sevilla.

La comunidad es otro de los pilares de la fundación y que ha demostrado que ayuda a los usuarios a salir adelante. «Antes había ido a psicólogos, pero fue inútil. En comunidad estamos juntos, aunque las terapias son separadas, y eso ayuda mucho», señala Quesiah. En concreto, Proyecto Hombre cuenta con la Comunidad Terapéutica ‘Las Canteras’, que cuenta con 45 plazas residenciales y también tiene el régimen de Centro de Día para usuarios en fase de reinserción sociolaboral.

Además de la comunidad, «la familia es otro de los pilares fundamentales para el cambio», sostiene Mª Ángeles Fernández. «Yo tengo mucha suerte en ese sentido, que no es consumidor, y ha estado a mi lado en todo momento», cuenta Quesiah. «Tú estás viviendo un proceso, y tu familia tiene que saberlo porque son tu principal apoyo. En mi caso, mi marido, mi hija y algunas amigas van a seguimiento y sesiones terapias tanto conjuntas como separadas», explica.

Aunque Proyecto Hombre cuenta con una larga experiencia trabajando con todo tipo de personas, actualmente su foco se encuentra en las mujeres. «En general, hay muchas menos mujeres consumidoras que hombres, pero son muchas más de las que se atreven a pedir ayuda», observa Fernández. Por ello, la fundación puso en marcha hace dos años el Programa Mujeres Altamente Resilientes (Programa MAR), que centra su objetivo en la perspectiva de género y dando un tratamiento terapéutico específico para mujeres.

«El modelo de respuesta a las adiciones está muy masculinizado, y se había intentado que la mujer se adapte. Pero hasta que no se ha dado el salto, no nos hemos dado cuenta de cosas que hacíamos que era una barbaridad», opina la directora de Proyecto Hombre Sevilla.

Para financiar proyectos como el Programa MAR, el patronato de Proyecto Hombre Sevilla, presidido por Antonio Fragero, pone en marcha actividades con el fin de recaudar fondos para el desarrollo de programas y actividades. Entre ellos se encuentra su tradicional torneo de golf “Enrique Osborne”, que el pasado viernes celebró su novena edición en el Real Club Sevilla Golf.

Comentarios