Coches teledirigidos para hacer felices a los niños ingresados
«Hacer más felices a los niños que están ingresados». Esa es la máxima de Manuel Pozo, fundador de la asociación «Por la sonrisa de un niño - Mar Pozo», que lleva el nombre de su hija. Fue precisamente cuando la pequeña recibía quimioterapia cuando se dio cuenta de que «todo merecía la pena por ver sonreír a los chicos y chicas ingresados».
Desde entonces, Manuel Pozo se ha hecho muy conocido en los hospitales sevillanos, donde lleva chucherías para «endulzar» la quimioterapia, así como material didáctico y juegos para hacer más amenas las largas horas los niños que pasan en el centro hospitalario. Además, realiza originales y divertidas cápsulas relacionadas con sus superhéroes y dibujos animados favoritos para tapar el gotero de los pequeños ingresados y que se sientan partícipes de una «aventura».
El gran reto
Ahora, Manuel Pozo ha iniciado otro reto para el que pide ayuda: quiere llevar dos coches teledirigidos, de los que se han hecho tan populares en los centros comerciales, a todos los hospitales sevillanos y, en un futuro, andaluces. «Busco que los niños disfruten de ellos y se diviertan», explica Pozo, al que se le ocurrió la idea un día que vio en el hospital a un padre empujando el triciclo de su hijo. «Ahí pensé que los coches con mando a distancia podrían ser una idea estupenda, a los pequeños les encantan», asegura.
Por el momento, el reto ya ha dado su primer fruto: el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba ya cuenta con el primer «mini» coche. Ahora, Manuel Pozo espera que otros dos vehículos lleguen pronto a los pasillos de los hospitales de Sevilla. Para ello, pide la colaboración de todos. Aquellos que deseen contribuir pueden hacerlo comprando los artículos de la asociación (tazas, pulseras o camisetas), a través de su página web o de su página de Facebook. También se aceptan donativos para conseguir el reto solidario de Manuel Pozo.