Cerca de 700 niños tienen para comer esta semana en el Polígono Sur gracias a Alalá, Cáritas y Entre Amigos

Entidades privadas completan la labor de las administraciones con la coordinación del Comisionado

El Polígono Sur es uno de los barrios más castigados de Sevilla durante esta crisis que azota al país y al mundo por el coronavirus. Muchas de las familias que residen en las Tres Mil Viviendas viven al día a través de una economía sumergida, ya sea vendiendo flores a los turistas en el centro, con la chatarra, cuidando a personas mayores en sus casas o con la limpieza doméstica. Y ahora no tienen ni para comer. Así que la urgencia estos días de confinamiento es garantizar la alimentación a sus hijos, más de 700 niños que habitualmente asistían a los comedores escolares, ahora cerrados.

«El problema es que la Consejería de Educación garantiza la comida exclusivamente a los niños que estaban en el programa de Solidaridad y Garantía Alimentaría (SYGA)», indica Jaime Bretón, comisionado del Polígono Sur. Pero en el programa solo están apuntados 32 menores. «Entre que la gente no se apuntaba y el Ayuntamiento temía que se colapsaran los servicios sociales dio el visto bueno a que todos lo niños que lo necesitaran comieran en los colegios». El Comisionado se ha puesto en contacto con la Consejería de Políticas Sociales, que se ha comprometido a hacer una transferencia al Ayuntamiento para que se encargue de atender a estos menores. «Aún así, esto tardará al menos una semana», indica Jaime.

En una reunión, Marta Escrivá, delegada territorial de Política Social de la Junta de Andalucía; Jaime Bretón, comisionado del Polígono Sur; y Emilia Barroso, directora de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Sevilla

Para completar el trabajo de la administración estos días, numerosas entidades privadas se han puesto en marcha. La Fundación Alalá ha aportado 20.000 euros para atención social desde sus sedes de Sevilla y Jerez; y Cáritas, a través de la parroquia de Jesús Obrero, destina otros 15.000 euros provenientes de aportaciones privadas. El catéring social Abrecaminos será el encargado del reparto de comida a domicilio para estas familias en mayor riesgo de exclusión.

Además, la Fundación Alalá y Cáritas están entregando vales a familias sin recursos para canjear en tres supermercados del barrio; dentro de un proyecto ya en marcha de trabajo en red entre entidades y administración, en el que figuran 15 bonos de comida de 200 euros, a través de la Seguridad Social.

«Gracias a entidades privadas estamos cubriendo las primeras necesidades», indica Bretón, porque las aportaciones se extienden por todo el barrio, coordinada por el Comisionado para no duplicar ayudas. También las hermandades están volcadas. Algunas de ellas, con la coordinación de la diputación de caridad de la Hermandad de Montserrat a través de Maruja Vilches, están recogiendo alimentos para hacerlos llegar a la Fundación Atenea que atiende a colectivos con adicciones. Colabora también Persán, que ha donado 500 geles de manos para distribuir distribuidos los vecinos del barrio, para motivar el cumplimiento de las indicaciones sanitarias para la prevención del coronavirus.

«Otra preocupación eran las personas sin hogar», añade Jaime Bretón, «que ya están siendo atendidas en el pabellón de la Avenida de la Paz». El Ayuntamiento ha puesto en marcha dos dispostivos en la ciudad, el del Polígono Sur ha contado con la colaboración de la Fundación Atenea, Cruz Roja y la Caixa.

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