Cáritas promueve la inserción laboral a través del cultivo ecológico

Personas en riesgo de exclusión social aprenderán un oficio para favorecer la búsqueda de un empleo

Cáritas Diocesana de Sevilla acaba de poner en marcha un proyecto con el que busca promover la inserción laboral entre las personas que se encuentran en una grave situación económica y que a diario se acercan hasta las diferentes parroquias de la diócesis para pedir ayuda. La sociedad Bioalverde, creada por esta institución de la Iglesia, buscará ahora ofrecer formación a estos participantes y enseñarles un oficio, basado en la agricultura ecológica, que les sirva de puerta de acceso a la vida laboral.

La sede de esta sociedad de inserción laboral se encuentra ubicada en Montequinto, Dos Hermanas, hasta donde se desplazó ayer el arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, para inaugurar y bendecir las instalaciones. «Con este proyecto se manifiesta la vocación samaritana de la Iglesia», aseguró el arzobispo, «Cáritas no solo brinda alimentos, sino que también trata de promocionar a las personas, y nada las promociona más que un trabajo digno».

En este sentido, el director de Cáritas Diocesana de Sevilla, Mariano Pérez de Ayala, explicó que la razón de elegir la agricultura ecológica, como sector de trabajo para crear esta sociedad de inserción laboral, responde al objetivo de continuar con el «compromiso de la Iglesia de construir una sociedad más respetuosa con nuestro entorno», a través de una mayor sensibilización en materia de consumo responsable y hábitos saludables.

Por lo pronto, desde el pasado mes de octubre está en marcha la primera fase, consistente en una serie de talleres formativos para un grupo de 16 alumnos, derivados de las Cáritas parroquiales de la diócesis de Sevilla y de distintos proyectos de asociaciones y ONG, que están recibiendo la base teórica necesaria para poder realizar estos cultivos ecológicos con éxito, así como otras materias relacionadas con las habilidades sociales, la orientación laboral, la igualdad de género o el medio ambiente.

Las clases teóricas se compaginan también, de forma diaria, con otras más prácticas en el campo, en una finca ubicada en el propio barrio de Montequinto, donde los alumnos realizan tareas como la preparación de la tierra, la fertilización, el manejo de maquinaria o la preparación de invernaderos.

Posteriormente, tras finalizar esta primera etapa, los participantes podrán acceder a una segunda fase consistente en la explotación de la finca, con la organización de cultivos de temporada y su comercialización directa -del productor al consumidor-, una tarea de trabajo sobre el terreno que comenzará a partir de febrero del próximo año.

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