Cáritas ha ayudado en Sevilla a más de 65.000 personas durante 2014

La organización ha presentado este martes su memoria anual

Cáritas Diocesana de Sevilla ha atendido el pasado año en la provincia a 65.039 personas, un total de 19.226 familias, a las que se les ha aumentado e intensificado la ayuda para ofrecer un proceso de colaboración continua, un trabajo realizado por 2.728 voluntarios y 78 personas contratadas. Así lo han señalado en rueda de prensa el delegado episcopal de Cáritas Sevilla, Eduardo Vera; el director, Mariano Pérez de Ayala; y la secretaria general, Auxiliadora González, que han destacado que esta memoria es una continuación del informe Foesa, que destaca que un 25 por ciento de la población andaluza está en situación de exclusión, 2,1 millones de andaluces, de los cuales un millón de personas están en situación de riesgo de exclusión severa, en total 334.000 hogares.

De esta forma, Auxiliadora González ha destacado que lo llamativo no es el «número concreto» de familias atendidas, que no se ha aumentado, sino el proceso de continuidad que se ha mantenido con esas personas y familias atendidas de forma que no sólo sea una ayuda puntual --que también se han realizado--, sino un trabajo intensificado de las intervenciones realizadas, un proceso repetido para establecer «una relación continuada con las familias».

Para ofrecer esta ayuda, Cáritas ha destinado 4.016.216 euros de los cuales el 18,8 por ciento viene de subvenciones públicas, mientras que casi el 82 por ciento proviene de la aportación de las comunidades cristianas, de los socios y de los donantes que colaboran con Cáritas, según ha indicado González.

La acción de Cáritas se ha realizado en dos grandes bloques. Por una parte las Cáritas parroquiales, «una red privilegiada porque es la entidad que está más cercana a los barrios», indica González, destacando que, aunque la alimentación sigue siendo necesidad básica, lo que más ha aumentado son las demandas en relación a la vivienda, con un «34 por ciento casi de las ayudas que se dan».

De esta forma ha señalado que, por la situación de «pobreza y exclusión social», las parroquias han dado «un paso más» creando en los barrios proyectos de intervención liderados por los voluntarios, encaminados a trabajar con infancia y juventud, mujeres, con personas sin hogar y con mayores.

Asimismo, González ha explicado que desde Cáritas se llevan a cabo diversos programas con un peso «mayor a nivel profesional y técnico». Entre ellos el programa Nazaret, destinado a inmigrantes en situación de grave exclusión a los que se acompaña en todo su proceso migratorio; o el programa de grave exclusión, en colaboración con el Centro Amigo, donde se han atendido a 62 personas.

Otro de los programas destacados es el orientado al empleo, por el que González apunta que apuestan «fuertemente» porque es una de las «losas centrales» de la situación que se vive. Así, se da orientación laboral e intermediación y se organizan talleres para formación laboral, atendiéndose en 2014 a 350 personas y pasando por estos talleres 120.

Poner en el centro «la persona y su dignidad»

En este orden de las cosas, Eduardo Vera ha dado gracias «a Dios y a tantas personas e instituciones que, con su trabajo, han hecho posible esta labor de los voluntarios». «Desde Cáritas Diocesana nos alegramos de las ayudas que hemos podido llevar a tantas familias que están sufriendo en primera persona las llagas de Cristo y agradecemos a esas organizaciones que con sus oraciones alientan nuestro trabajo diario», ha explicado.

De la misma forma, el delegado episcopal ha remarcado que la economía debe poner en el centro a la persona y su dignidad porque si no «no se estará verdaderamente atacando las causas estructurales de la pobreza».

«Un modelo de sociedad dual que va más allá de la crisis»

Por su parte, el director ha destacado el contexto social en el que se dan estas conclusiones y apunta que se está creando una «pobreza crónica» en la sociedad, que se intensifica y no disminuye, y que consolida un modelo dual de sociedad, que ha ido apartando la lucha por la igualdad. «Esto es algo que nos preocupa porque va a ir más allá de la superación de la crisis», ha remarcado.

El director ha hecho un llamamiento a la sociedad y a las administraciones públicas. «La grandeza de una sociedad está en cómo trata a sus miembros mas desfavorecidos, y los poderes públicos se están olvidando de aquellos que más lo necesitan☼, ha subrayado Pérez de Ayala, que pide a los nuevos gobiernos, tanto locales como autonómico, que en la próxima legislación «se vuelva a poner en el centro las políticas para luchar contra la pobreza, la exclusión y la desigualdad».

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