¿A qué se enfrentarán las entidades sociales de Sevilla tras el coronavirus?

Mariano Pérez de Ayala, presidente de Cáritas Diocesana de Sevilla, avanza a preguntas de Sevilla Solidaria qué nos espera tras la desescalada

Desde el momento en el que los sevillanos tuvieron que confinarse en sus casas para frenar el contagio por el Covid-19, los ciudadanos se respaldaron unos a otros en una corriente de solidaridad imparable. Mariano Pérez de Ayala, presidente de Cáritas Diocesana de Sevilla, se siente agradecido por todas las muestras de apoyo que han llegado a la entidad por parte de particulares, empresas y otras entidades. Por eso mismo, está convencido de que la ciudad seguirá respondiendo a las necesidades de las entidades sociales. «Todavía no somos conscientes de la profundidad de la enorme crisis que estamos viviendo y que vamos a vivir», confiesa, «pero no hay que desesperar, sino tener esperanza y trabajar unidos. No podemos dejar a las personas vulnerables en la cuneta».

Mariano Pérez de Ayala en una foto de archivo Foto: Vanessa Gómez

Las entidades sociales de Sevilla empezaban a ver luz tras la crisis vivida en 2009, año en el que tuvieron que forzar la maquinaria para llegar a todos los colectivos en situación de exclusión. Pero no podían imaginar en ningún caso la llegada de una pandemia mundial como la del coronavirus. Precisamente hace seis meses, Cáritas presentaba datos sobre la pobreza que mostraban una mejoría respecto a cuatro años atrás, aunque aún con el 18,8 % de la población en Sevilla en situación de exclusión. La mitad de ellos con una exclusión severa.

«Advertíamos que además había un millón de andaluces que estaban en un sistema de integración muy precario y que cualquier coyuntura desfavorable podía hacerles caer en la exclusión. Pero la coyuntura no solo es desfavorable ahora, es malísima», apunta. Y es que las peticiones de ayuda a Cáritas han aumentado en Sevilla un 35% estos meses, el doble en algunos barrios,

Así, Pérez de Ayala hace mención a aquellas familias que están acudiendo a Cáritas y otras entidades cuando nunca lo habían necesitado. «Va a haber una destrucción de empleo y en unos meses veremos a este tipo de familias con más profusión; ahora tienen ahorros o derecho a una prestación pero eso se acaba», explica.

Y para hacer frente a esta demanda de ayuda deben estar preparadas las asociaciones y ONG, «sin abandonar el trabajo con otros colectivos ni caer en que la única acción sea la de emergencia». Según Mariano, es importante seguir trabajando para sacar de la exclusión, no sólo para ofrecer alimentos o productos de primera necesidad. «También hay que contar con unos buenos servicios sociales, que desde el inicio del confinamiento están saturados», aporta, «es ahora cuando vemos la importancia de lo público como ocurre con la sanidad».

«Por suerte, cuando se les llama a la solidaridad los sevillanos responden y confían en organizaciones como la nuestra», añade el presidente de Cáritas Sevilla, «en ese sentido solo tenemos agradecimiento, a personas, instituciones y empresas. Sin ellos no somos nada. Que la gente esté concienciada significa que la sociedad tiene fibra ética, eso también es síntoma de esperanza».

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