La solidaridad y los juguetes llenaron de sonrisas El Vacie
La sonrisa de una cara expectante al recibir un balón, una muñeca o ese juego que nunca pensó que llegaría a tener es la mejor recompensa para la solidaridad con la que cientos de sevillanos respondieron a la noticia, publicada en ABC de Sevilla y su edición digital, de que habían robado del interior de un coche de un colaborador del educador social Jorge Morillo los juguetes que iba a repartir a niños de barrios.
A petición de varios lectores, ABC promovió la recogida de juguetes nuevos o seminuevos para estos niños. La respuesta, tanto en la Casa de ABC en la isla de la Cartuja, como en Dos Hermanas, donde se produjo el robo, fue tal que el propio Morillo reconoce estar sobrepasado, ya que en los 31 años que lleva trabajando, a través del fútbol, con niños en exclusión no se había encontrado con una respuesta de este calibre.
Los cientos de juguetes de todo tipo que los lectores depositaron en ABC fueron retirados por varias furgonetas en la mañana del pasado día 5 y depositados, junto con los otros que fueron llegando por distintas vías a Morillo y sus colaboradores, en el sótano de Fundomar (Fundación Doña María). Allí, voluntarios de esta entidad ayudaron en su clasificación y ayer mismo, casi al tiempo que llegaban las once cajas enviadas por la Liga de Fútbol Profesional con ropa, balones y juegos, empezó la distribución de los juguetes nuevos, porque, como ha señalado en varias ocasiones Morillo, en el reparto que hace estos días se trata también de luchar contra la exclusión, de llevarles dignidad.
En San Juan
Los primeros niños entre los que fueron distribuidos estos juguetes fueron los de un grupo de San Juan de Aznalfarache con los que Morillo lleva trabajando varios años. El reparto se llevó a cabo junto al depósito de agua, donde el educador social fue entregando uno a uno a los pequeños, que lo rodeaban los regalos que se recibían entre grandes sonrisas y aplausos de niños y mayores. Alguno hubo, como en todas las casas, que no recibió lo que esperaba pero unas palabras lograron que recuperara la sonrisa.
Por la tarde llegó el turno de El Vacie. Morillo lleva trabajando en el asentamiento chabolista más antiguo de España desde hace al menos 12 años. Ayer repartió juguetes entre los niños con los que lleva a cabo su tarea de integración en una zona próxima a la rotonda del tanatorio, donde era esperado con gran ansiedad por muchos de los pequeños, deseosos de ver el regalo de Reyes Magos que les traía. Las caras expectantes de los niños se confundían con la de satisfacción de Morillo, sus colaboradores y los familiares de los pequeños en el momento en el que las cajas volaban de las manos de unos a las de otros.
Dos o tres juguetes por niño
El número de juguetes recogidos en estos días ha sido tal que Morillo ha pedido distribuir entre dos y tres juguetes nuevos a cada niño, lo nunca visto. Entre esos juguetes hay de todo: muñecas, juegos educativos, balones pero también libros, entre ellos 60 donados por la editorial Punto Rojo incluidos títulos como «Agapito y los fantasmas», que trata de la superación de los miedos, la integración de los disminuidos físicos y la conservación del medio ambiente.
El reparto de los juguetes de esta operación continuará hoy en la barriada de Torreblanca. Los niños de la zona más humilde de esa zona sevillana recibirán este año los regalos de mano de los Reyes Magos encarnados por un integrante de la Fundomar y dos colaboradores de Morillo, que saldrán desde el estadio del Betis. Además, en el acto, en el que se prevé que participen más de cien personas, se contará con una tarta gigante y roscos de reyes para endulzar más, si cabe, la jornada.
Dentro de unos días, en una fecha que está aún por determinar, se llevará a cabo el reparto de juguetes en las Tres Mil.
La distribución de estos juegos donados por los sevillanos no quedará ahí. El número de juguetes es tal que Morillo asegura que tiene para distribuir entre los niños con los que lleva a cabo su labor social todo lo que queda de curso.