Cuando el voluntariado se siente con las manos
En ASOCIDE Andalucía, el voluntariado no es solo una colaboración puntual, es una forma de compromiso real con las personas sordociegas, un acompañamiento constante que transforma vidas, empezando por la de quien ayuda. A través de actividades, apoyo en la comunicación y presencia en el día a día, los voluntarios se convierten en puentes fundamentales entre los usuarios y su entorno. Su labor, discreta pero esencial, permite que muchas personas sordociegas puedan participar activamente en la sociedad, disfrutar del ocio, acceder a la información y romper con el aislamiento al que muchas veces están expuestas. Es un trabajo que exige sensibilidad, empatía y formación, pero que a cambio ofrece una experiencia profundamente humana y enriquecedora.
Un ejemplo claro de esta entrega es Laura Ferrera, una joven voluntaria que colabora activamente con la entidad. Con una vocación firme y una sonrisa siempre dispuesta, Laura ha logrado generar vínculos sólidos con las personas sordociegas a las que acompaña, aportando no solo apoyo técnico, sino también calidez, alegría y cercanía. Para ella, el voluntariado es mucho más que una actividad solidaria, supone una forma de crecer, de aprender a ver el mundo desde otros sentidos, y de dar valor a los pequeños gestos cotidianos. Su implicación refleja la importancia de contar con personas comprometidas, que entiendan que el verdadero cambio comienza por estar presentes.