«A las dos semanas ya era un referente para estos niños, notaba su cariño»
Para Tamara Infante, colaborar el pasado curso en el «Proyecto Cayetana. Educando en valores», impulsado por la Hermandad de los Gitanos y la Universidad de Sevilla, la llenó por completo. Fueron seis meses en los que acudió cada lunes al CEIP Andalucía en las Tres Mil Viviendas para darle una oportunidad a una decena de niños de primaria, en situación de exclusión social y con tendencia al absentismo. Ella conoce la realidad del barrio, criada en Las Letanías, sabe cómo de necesario es acercarse así.
Y esta voluntaria dejó huella, porque cuando visita de nuevo el centro, los chicos la paran y la buscan, le preguntan por la ropa que lleva, o le piden opinión sobre el peinado. «A nivel de valores, de respetar la escuela, de asistir... se veía una evolución día a día», cuenta a Sevilla Solidaria. También era exponencial el cariño que le mostraban, cómo iba convirtiéndose en un referente. Pasitos así hacen del colegio un lugar seguro para ellos, atractivo, y muy propio. Un colegio que con el esfuerzo de todos se abre al barrio.
Tanto Tamara como otra voluntaria de la Universidad de Sevilla, participaron cada lunes a partir de enero de este año en la primera edición de este proyecto que la hermandad y la universidad impulsaron con ilusión, después de que la pandemia truncara su inicio un año antes. Pero las circunstancias demostraron que era cuando más se necesitaban una iniciativa así, mirando por la educación de los niños.
Y no solo el apoyo era a los menores, se trata de un proyecto integral donde la intervención es a la familia en su totalidad con la ayuda del técnico social de la Hermandad de los Gitanos. «A raíz de la crisis provocada por el Covid nos pusimos a su disposición por si necesitan alimentos o ropa para su día a día», cuenta Emilio Jiménez, consiliario primerio de la hermandad y coordinador del proyecto. «Tienen ciertas dificultades que ya no son académicas, sino sociales, dificultades en la familia», cuenta Tamara, «tú también tienes esa misión de mostrarles que no va a ser así para ellos y, aparte, de trabajar con los padres como hace la hermandad para darles orientación laboral o ayudarles con recursos».
Tamara se queda con el agradecimiento de los chicos, que sin ser conscientes de la dimensión de la intervención, sienten importante su presencia con ellos. «Cuando pasa el verano, y me ven de nuevo por aquí o por el barrio, vienen corriendo a saludarme», cuenta. Tamara ya se siente ligada para siempre a la educación. Con un ciclo de Animación Sociocultural que cursó en el IES Polígono Sur y terminando el Grado en Estudios Franceses, se mantendrá presente en el colegio Andalucía a través de otro proyecto de voluntariado de la Universidad de Sevilla así como dentro de unos meses con la asociación Entre Amigos. Y aunque por incompatibilidades laborales, Tamara ya no esté, el éxito del proyecto Cayetana fue tal que crecerá el próximo curso.
«De los alumnos con los que contactamos el 80% acudieron a las aulas y pudieron sacar el curso», explica Jiménez, «son logros que se consiguen gracias al trabajo en red con el resto de asociaciones del barrio y, por supuesto, a educadores y trabajadores sociales». El coordinador agradece también la colaboración del Comisionado del Polígono Sur y la implicación de la Fundación "la Caixa" con el aporte de tablets para los menores, el apoyo de la Casa de Alba así como otras entidades dispuestas a aportar su grano de arena.
«La intervención de entidades como la Hermandad de los Gitanos complementan la función educativa y la labor docente». cuenta a su vez Ángela Molina, directora del CEIP Andalucía, «permite extender el tiempo de estar en contacto con contextos de aprendizaje y apoyar al alumnado, compensar desigualdades de partida... es una labor en red para un trabajo integral con el alumnado y con sus familias».
Crecimiento del Proyecto Cayetana
Por ello, el nuevo curso del Proyecto Cayetana, que arrancará a principios de años, ampliará su alcance. En primer lugar, se doblarán los alumnos atendidos en primaria y se llegará a secundaria en el Antonio Domínguez Ortiz, «con un profesorado más especializado». Además, también se aumentará el número de voluntarios de la Universidad de Sevilla que tendrán reconocimientos de créditos. «Siempre vamos con muchísimo tiento a la hora de crecer, analizando la situación, ambiciosos pero siendo prudentes al mismo tiempo», explica Jiménez.
Otra novedad del próximo curso será un aula de apoyo psicopedagógico para padres y alumnos gracias a la Facultad de Psicología y Pedagogía de la Universidad de Sevilla. Así como se continuará con el apoyo asistencial a las familias gracias también al apoyo puntual de entidades como la Asociación de Hosteleros de Sevilla. «Desde la humildad nos sentimos muy orgullosos de que en plena pandemia hayamos podido aportar nuestro grano de arena para apoyar a niños en situación de exclusión, porque creemos que desde la educación podemos cambiar la sociedad», explica el coordinador en una hermandad volcada en su obra social tanto con la educación como con la salud. «Contribuyes a que la escuela sea su casa, un pilar básico en sus vidas», concluye Tamara.