Los niños le llaman «seño» aunque solo tiene 16 años. Carmen López les ayuda con los deberes de primaria, se sienta con ellos y les da indicaciones, procurando con paciencia no resolverles los ejercicios sino dándoles el empujón para que lo hagan por sí mismos. Ella es voluntaria de la Fundación Prodean y asiste cada viernes por la tarde al centro social que la institución tiene en el entorno de Tres Barrios. Esta joven se ocupa la mayor parte del tiempo de un niño en concreto. «Hace unas semanas me dijeron que estaba sacando unas notazas y eso me llenó mucho», recuerda.

En este centro atienden a niños que cursan desde 3º a 6º de Primaria y provienen de familias sin recursos económicos. La Fundación Prodean tiene entre sus objetivos la promoción del voluntariado que va más allá de este apoyo escolar. La entidad cuenta con voluntarios que atienden a la infancia hospitalizada en el Virgen del Rocío, a niños del Centro de Refugiados de Sevilla, o acompañan a personas mayores en residencias.

Carmen aún no sabe a qué profesión orientar su vida cuando acabe el bachillerato. Pero una cosa tiene clara. El voluntariado ya no se apartará de su lado.