«La vida es una aventura y hay que estar dispuesta a ser valiente»
María José Jiménez sabe sacar lo mejor de una circunstancia adversa. Se jubiló joven debido a un cáncer y tuvo que pasar multitud de veces por el hospital y por la sala de quirófano. «La vida es una aventura y hay que estar dispuesta a ser valiente», lleva por bandera Y eso hizo. Aprovechó el tiempo que se le ponía por delante para ayudar a sus vecinos de Tomares cuando la crisis les golpeaba más fuerte, y junto a su compañera de trabajo Cándida Camacho creó hace diez años la Asociación Vivir Compartiendo, que estos días se enfrenta a un nuevo reto.
María José atiende por teléfono a Sevilla Solidaria, desde su casa, justo tras una videollamada con parte del equipo de la asociación. Desde el primer día, tuvieron que darles vueltas a la cabeza para seguir junto a las familias que atienden, de bajos recursos económicos, y que en esta situación necesitan más ayuda que nunca.
—¿Cómo estáis viviendo el azote de la crisis por el coronavirus?
—Estamos confinados en nuestras casas pero seguimos trabajando, incluso más que antes, porque hay que atender a las familias. La situación se ha agravado para muchas de ellas y se han puesto en contacto con nosotros más personas con necesidades, a las que se está atendiendo gracias a la colaboración con los Servios Sociales del Ayuntamiento.
—¿Qué recursos han tenido que cerrar?
—Tenemos una tienda solidaria en la que se turnan 22 voluntarias, de donde sacamos fondos para las ayudas que prestamos, como pagos de alquiler o suministros básicos. Tampoco está abierto en estos momentos nuestro almacén solidario «Portaesperanza». Allí recibimos lo que la gente nos quiere donar y también ponemos en contacto a quien dona y a quien lo necesita, sobre todo para enseres más grandes que no podemos almacenar. El voluntariado hace una labor muy importante ahí de clasificación y gestión.

—¿Qué medidas habéis lanzado para hacer frente al confinamiento?
—Hemos puesto en marcha la campaña #Yocolaborodesdecasa, en la que han participado más de 50 personas y hemos recaudado más de 4.000 euros. Las ayudas se han dirigido principalmente a cestas de alimentos perecederos y no perecederos y a compras de medicinas, habiendo dado cobertura ya a 135 personas Hemos empezado a cubrir también ayudas para alquileres. Además, gracias a los fondos europeos FEAD, conseguimos 2.604 kilos de alimentos no perecederos, que fueron repartidos por Protección Civil a 28 familias.
—¿Cómo llegáis a las familias?
—Hacemos una transferencia al comercio por un importe concreto y la familia solo tienen que hacer la compra con esa cantidad e identificarse. Hay que buscar la manera de quedarnos en casa.

—¿Qué otras acciones hace el voluntariado?
—Hemos lanzado la campaña «Teléfono Amigo» para proporcionar acompañamiento telefónico a personas que están solas y no tienen una red familiar importante. Solo comentar con otra persona el estado de ánimo o las emociones que surgen por el confinamiento es muy necesario. Quince voluntarios están ayudando en esta campaña y toda persona es bienvenida para formar parte.
—Para vosotros el voluntariado es muy importante
—Sí, pertenecemos a la Plataforma de Voluntariado de Sevilla y hacemos cursos de voluntariado, también para otras entidades. Y también colaboramos con la sensibilización en colegios e institutos.
—¿Qué otras fuentes de financiación tenéis aparte de la tienda y las donaciones?
—Somos muy de arremangarnos, quizás por eso hemos sobrevivido estos años. Con rifas, ambigús en fiestas de fin de curso, meriendas solidarias... Y este año hemos tenido un apoyo muy importante de la Caixa en una convocatoria de ayuda nacional, lo que nos ha servido además de como un impulso, como un reconocimiento de que hacemos las cosas bien. Además, planteamos dos grandes eventos en el año para recaudar fondos para un proyecto de cooperación internacional y para fomentar encuentros interculturales: el Festival por la Paz y la Solidaridad de los Pueblos y el Encuentro Intercultural.
—¿Cuál ha sido el momento más emocionante en estos diez años de Vivir Compartiendo?
—Cuando le dieron a mi compañera Candi el Premio Andaluz de Voluntariado en 2016. Ella está al frente del Almacén Solidario y montó esto conmigo. Se lo merecía.
—¿Por qué dedicar los esfuerzos en tener en pie una asociación?
—Gracias a esta asociación he conocido gente increíble. Y tenemos una filosofía que queremos que cale: hay que compartir lo que somos y lo que tenemos para sumar y aportar.